domingo, 10 de febrero de 2019

¡No menciona la guerra!

En una de mis clases de conversación inglés mi estudiante me preguntó si había leído en El Mundo el artículo sobre la exposición de La Guerra de Ochenta Años en el Museo Nacional en Amsterdam. Cuando lo negé, continuó con: ‘Parece una exposición bastante controvertida con propaganda contra España; pues bien, cada país necesita sus mitos nacionales, ¿verdad?’ Sus palabras me asombraron. En diciembre había hablado sobre esta guerra, que estalló hace 450 años, en la radio Bierzo SER, dónde a veces me invitan para explicar mis opiniones de un guiri. Había recomendado una visita a la exposición, lo que era atrevido, lo admito, porque no la había visitado yo mismo. Por lo que había oído y leído (por ejemplo en ESTE artículo en El País) me parecía interesante tanto para los holandeses como para los españoles, porque se trataba de la sublevación en los Países Bajos contra el imperio de Felipe II. Además, había visto en el internet los documentales que acompañaban la exposición, en los cuales mostraban los diversos aspectos del conflicto y ponían los acontecimientos en un contexto histórico muy amplio.

Al día siguiente, mi estudiante me envió el enlace hacia el artículo en El Mundo. ‘La guerra de los 80 años y el mito fundacional de Holanda’, era el titular, y efectivamente, el artículo era muy negativo sobre la exposición, que sería parte de la Leyenda Negra que los españoles ya sufren por siglos. La autora del artículo era María Elvira Roca Barea. Escriba también a veces en El País y casi siempre sobre los mismos temas: todo el mundo está en contra de España por culpa de La Leyenda Negra, la inquisición no era tan represiva como la gente piensa y el colonialismo español era menos exclusivo que el de los otros países. Por ejemplo, cuando Puigdemont huyó a Bélgica escribió que este país (tan católico) sería uno de los corazones de la hipanofobia  (ya escribí sobre este artículo en mi entrada Noticias Falsas).
Con motivo de las protestas contra una estatua de Colón en los EE.UU. como símbolo del colonialismo de las Américas, escribió un artículo con el titular El indio Gerónimo hablaba español, en el cual dice, entre otras cosas, que las protestas eran fruto de ‘una maniobra de distracción WASP (blanco, anglosajón, protestante, por sus siglas en inglés).’
Por cierto, se trata de una historiadora con una misión, quien a veces exagera un poco en su noble tarea de contradecir la propaganda de la Leyenda Negra. Ya desde 1981 visito regularmente España y desde 2009 vivo en El Bierzo, pero en toda esta periodo nunca he notado que La Guerra de Ochenta Años o La Leyenda Negra desempeñaban un papel en las relaciones entre los holandeses y los españoles. Nunca pensé: no mencione la guerra. Pues bien, ahora que las identidades nacionales están de moda esta guerra se ha vuelto controvertida.

En la página web del Museo Nacional de Amsterdam encontré la dirección de correo electrónico del comisario de la exposición y le escribí para indicarle la existencia del artículo tan negativo. Para mi sorpresa respondió inmediatamente. Ya había leído la traducción en inglés y no entendió nada de la crítica tan feroz. La exposición tenía justamente la intención opuesta a la que la autora le acusaba. La idea era cambiar la imagen predispuesta de la guerra que todavía existía en Holanda y mostrar las diferentes perspectivas. Le aconsejé enviar una carta a El Mundo para contradecir las insinuaciones. No creo que lo haya hecho; tampoco en Holanda se hace mucho caso a las opiniones de este guiri y además, la exposición ya se terminó.

En mi opinión, la ciencia histórica debe estar basada en la voluntad de querer saber sin agenda nacionalista o ideológica. Sobre todo los errores y crímenes del propio país, pueblo, religión o ideología deben ser investigados y explicados. Desde luego había mucha propaganda protestante contra España y la iglesia católica, pero la inquisición era muy represiva y eficiente en eliminar todas las religiones no católicas de España. El colonialismo español no era tan cruel como la expansión violenta de los EE.UU., pero imponía con la fuerza de armas su religión, cultura y lengua a casi un continente entero. Y Holanda tiene que reconocer las páginas negras de su historia, como la trata de esclavos, el colonialismo, la guerra en Indonesia y, efectivamente, las atrocidades de las tropas protestantes en la Guerra de Ochenta Años. El Museo Nacional en Amsterdam va a programar exposiciones sobre la trata de esclavos en 2020 y después sobre el colonialismo holandés en África del Sur. ¡Ya las recomiendo!

P.S. Estoy muy de acuerdo con ESTE ARTÏCULO de Javier Moreno Luzón en El País de 16 de marzo de 2019.