sábado, 19 de julio de 2025

El efecto espectador

Cuando en mi paseo de domingo por la mañana llegué al puente sobre el río El Sil, vi que los pilares del puente habían sido pintados con lemas.
 
Viva España, El Islam =mierda, Fuera Paquitas, estaba escrito en un pilar.
En el otro, decía: Fuera de España, Panchitos, Moros, Negros, †El Bierzo será…† 
 
Comprendí que esto era algo serio. Mucha gente estaba siendo amenazada seriamente. Por ejemplo las dos mujeres latinoamericanas que tan bien habían cuidado a mi suegra. Le envié la foto a mi mujer Ana, y continué mi ruta, que no pude disfrutar tanto.
 
De regreso, también tomé una foto del otro lado de uno de los pilares.
España para los españoles. † Fuera extranjeros, era el texto.
 
Por un momento, sentí una punzada de orgullo por pertenecer al grupo tan diverso que los autores odiaban. Pero más probable es que cuando estos racistas utilizan la palabra extranjeros no incluyen a un guiri blanco de ojos azules.
 
El motivo de estas consignas también estaba claro. En el pueblo de Torre-Pacheco, al sur de España, se produjeron disturbios ese fin de semana, tras la agresión a uno de los residentes por parte de un norteafricano. Bandas de extrema derecha se lanzaron entonces a la caza de inmigrantes. Al parecer, los autores de las consignas en el puente pensaron que esto también sería una buena idea para Ponferrada.
 
Una vez en casa, Ana me preguntó: ‘¿Vas a enviar tus fotos a la policía?’ Dudé. ‘Ya estaban sacando fotos otras personas; seguro que las envían’ respondí. Mi reacción parecía proceder del efecto espectador, el fenómeno que la gente no interviene porque cree que otros lo harán. ‘Las enviaré de todos modos’, dijo Ana con firmeza. Así que mis fotos llegaron a la policía y, al alcalde de Ponferrada (del Partido Popular) y al jefe de la oposición del ayuntamiento (del PSOE). Poco después, no sin orgullo, vi que mis fotos se habían publicado en la página web local del PSOE.
 
Al volver al puente el martes siguiente, vi que el ayuntamiento había retirado los lemas de los pilares. 
Tuve otro momento de orgullo. Mis fotos, vale, con la ayuda de mi esposa y la oposición, parecían haberlo logrado.
 
Pero, desde luego, también es posible que las autoridades locales estaban inundadas de fotos de ciudadanos preocupados, menos afectados por el efecto espectador que yo. Ojalá.