No lo vi yo
mismo porque estaba en un café cercano mirando el partido Real Madrid – Ajax.
Además no había mucho interés por el partido. La gente estaba conversando con
voces altos sobre otras cosas y solamente se molestaba mirar la pantalla para
ver las repeticiones de los goles de Real Madrid. ‘¡Pero que paso de Moldric!’,
gritaba alguien por un momento entusiasmado. En el descanso me fui a casa. Ya
eran las nueve y media; casi la hora de la cena. Los horarios de la Liga de los
Campeones no están armonizados con el ritmo español. Cuando llegué Ana me dijo:
‘Holanda salió en las noticias.’ ‘¿Oh?’ Ya me estaba preocupándome. Normalmente
no noticias son las mejores noticias. ‘Han matado a un arbitro de línea a
patadas y ahora todo el país parece estar en un estado de choque’ continuó Ana.
El próximo
día, cuando estuve online, leí en la prensa holandesa lo que había pasado. Se
trataba de un padre de un jugador del club De Buitenboys, que era el juez de
línea en los partidos del equipo de su hijo. Unos adversarios de 15, 16 años
pensaban que no era imparcial y le daban patadas mientras estaba en el suelo. El
día después murió en el hospital.
Estas noticias
impresionaban mucho en Holanda. En Facebook vi pasar muchos comentarios.
También recibí un mail del líder de mi viejo equipo que este fin de semana no
habría un partido. La federación había cancelado todos los partidos de los
aficionados por el acontecimiento tan grave. El próximo fin de semana debe ser
un momento de reflexión. También mi viejo club Taba participará en esto. En su
página web apareció una noticia en que se llamaba a todos los miembros, amigos
y familia de venir el domingo a la cantina para hablar y pensar sobre fútbol y
violencia. Lo mismo pasará en muchas cantinas en Holanda este fin de semana.
Había una cosa
en todo eso que me extrañó. ¿Por qué solamente cancelaban los partidos de los
aficionados y no los de los profesionales? ¿Los profesionales también podrían
mostrar su solidaridad. Cancelar los partidos de la primera liga de Holanda
hubiera dado más impacto. Pero no, el fútbol profesional es demasiado
importante. Se trata de dinero. Y no poco. El fútbol profesional seguramente
contribuye a la agresividad en los partidos de los aficionados. Dan el ejemplo
malo con sus faltas duras, con siempre tirar y empujar cuando hay un córner,
con siempre reclamar la pelota cuando hay un saque de línea, la agresividad
verbal, entrenadores que culpan los árbitros. Los niños lo imitan. Hasta los
veteranos lo imitan; lo se por experiencia. Este fin de semana los niños no
tienen partidos pero el domingo pueden ver las faltas profesionales en el
programa de deportes en la tele.
Desde luego
también nuestro populista Geert Wilders se mezclaba en la discusión. Los chicos
detenidos son todos de origen marroquí. Entonces él dijo que no se tratara de
un problema de fútbol, sino de un problema de marroquíes. La verdad es que lo
uno no está en contradicción con lo otro. Un deporte popular como el fútbol es
un reflejo de la sociedad con todos los problemas sociales. Pero demasiadas
veces jugué contra personas absolutamente locas para pensar que el fútbol no
tenga un problema con la agresividad. Unas veces yo mismo era árbitro. Por la
misma razón de este juez de línea, me parece, porque un equipo de mi club no
tenía un árbitro y la federación solamente apunta árbitros oficiales a los
partidos de altos niveles. Entonces pasé unos de los momentos de más soledad de
mi vida. Algunas personas cambian en seres irrazonables cuando se fatigan y
alguien toma decisiones en contra sus intereses directos. Como árbitro te
insultan, te amenazan y tienes que hacer mucha esfuerza para que no escale la violencia.
¿Y en España
hay menos agresividad en el fútbol? La verdad es que no lo se. Los partidos
entre Barcelona y Real Madrid pueden caldear los ánimos bastante. Por ejemplo,
mi propio suegro está tan en contra de Real Madrid, que en comparación Mourinho
parece ser un hombre muy razonable. Unas veces fui a ver un partido aquí en
Ponferrada, también para ver si acaso habría un equipo de mi nivel. De esto
nada. Parece que en España no se puede jugar mal al fútbol. Mientras jugar mal
al fútbol puede ser tan agradable, si todos aceptamos que jugamos muy mal. Lo
que me llamaba la atención es que el fútbol parecía bastante civilizado. Se
aceptaba las decisiones de los árbitros. Desde luego Ponferrada es una ciudad
pequeña en un ambiente muy rural. Quizás incomparable con Ámsterdam o cualquier
otra ciudad en Holanda.
Esperamos que
la muerte del juez de línea en Holanda cambie algo y que el fútbol otra vez
puede ser lo que deba ser: todos a correr detrás de una pelota. Entonces,
durante mis visitas a Holanda participaré con mucho gusto en los partidos de
los veteranos de Taba.
Pues sí, Roland, fue un shock, además creo que fue en Nieuw Sloten, aquí en Amsterdam. A mí no me gusta el fútbol, sólo veo los partidos importantes de "La Roja" porque es mi país. Creo que en Holanda nos tienen bastante manía desde que perdieron el Mundial de 2010, ahí también se vió la agresividad de los holandeses contra el equipo español que dices tú. Son mal ejemplo para los niños y por eso no me gusta, además yo siempre fui muy mal jugador de fútbol y se burlan de ti. En fin, que no ocurra más, ni en España ni en Holanda
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