domingo, 28 de abril de 2013

Los alemanes


Es martes, las ocho menos cuarto. Mi clase de alemán se está acabando. De vez en cuando mi alumno de doce años mira impacientemente a su reloj. ‘¿Y ahora ponemos la música?’ me pregunta. Las pocas clases que hasta ahora le he dado siempre acabé con un video de Youtube con música de pop alemán. Sobre todo la música heavy del grupo Rammstein sabe este alumno apreciar. Pero esta vez él toma la iniciativa y busca en mi portátil un video. Suenan gritos de un gran público seguido por el himno de Bayern München. Porque la letra en la pantalla va sincronizada con la música podemos cantar con el coro: ‘FC Bayern, Stern des Südens, du wirst niemals untergehen' (FC Bayern, estrella del sur, nunca te hundirás). Hoy habrá el primer partido de la semifinal entre Bayern y Barcelona. Mi alumno es obviamente de Madrid.

Los horarios de la Champions no están adaptados al ritmo de las comidas en España. En algún momento entre las nueve menos cuarto y las diez y medio de un día laboral se debe cenar. En la pausa del partido devoro con prisa una ensalada mixta en la cocina. ‘¿El partido es bueno?’ me pregunta Ana, claramente más interesada en mi estado de ánimo que en el partido mismo. ‘Bayern es el mejor equipo; Barcelona juega mal,’ respondo. De pronto suenan gritos de alegría de los vecinos abajo. ¿Marcó el Barça? Masticando un trocito de tomate corro a la sala para encender la televisión. También los vecinos son obviamente de Madrid.

El día después estoy en café Gijón para ver el partido de Dortmund contra Real Madrid. Este partido se puede solamente ver en la televisión de pago, lo que no está mal para el volumen de ventas de los cafés. A pesar de esto, hay menos clientes que otras veces. Los fans de Barcelona se habían quedado en casa, seguramente para evitar un sinfín de burlas por la derrota aplastante de ayer. Una vez, cuando  Madrid eliminó Barça de la Copa del Rey, algunos de Madrid habían gritado: ‘¡Viva España!’, seguido desde luego por un ¡Viva Portugal! de los de Barcelona.  

Esta vez Real Madrid pierde. Mientras en la pantalla Madrid lucha contra su destino adverso, oigo detrás de mí los comentarios de los parroquianos. ‘¡Los alemanes tienen todo el dinero!’ opina uno. ‘Por cierto, Lewandowski y Blazczykowski no pueden ser alemanes, ¿verdad?’ dice otro. Pienso notar en el tono de los comentarios algo de los sentimientos anti-alemanes, que parecen ganar terreno en España. En la prensa se escriba ampliamente sobre una encuesta que mostraba que muchos alemanes piensan que España sea un país corrupto. También el comentario de Hoeness, el presidente de Bayern, que dijo que los grandes clubs españoles compran jugadores con sus deudas, no caía muy bien aquí. Con mucho gusto escribieron los periódicos sobre las cuentas secretas de Hoeness en Suiza para evitar los impuestos.

Cuando Dortmund marca gol número cuatro pruebo no vitorear. En principio soy un espectador neutral. Un aficionado al fútbol mismo. Pero que gane un club relativamente pequeño de un club de estrellas me hace gracia. Y anti-alemán nunca he sido. Mi padre, que en la guerra mundial había visto y sufrido mucha miseria, primero como soldado y prisionero de guerra y después como obrero en un campo de trabajo en Alemania, nos enseñó que muchos alemanes no eran nazis. Que nazis había de muchas nacionalidades. 
A pesar de todo esto, ahora no me parece el momento adecuado de pasar por un alemán. Mantengo una postura neutral hasta el fin del partido. Cuando me levanto para ir a casa un hombre me pregunta si en mi opinión uno de los equipos españoles tiene una posibilidad de llegar al final de la liga. ‘Vale, quizás Madrid,’ respondo diplomáticamente. El hombre niega con la cabeza. ‘¡Que no! ¡Ninguna posibilidad tienen! ¡Va a ser Alemania – Alemania!’, dice riendo. 



2 comentarios:

  1. YO creo que en España, a diferencia de muchas partes de Europa, siempre se ha admirado a Alemania.Quizás ese sentimiento sea por el tema económico.
    Tu padre tenía mucha razón,incluso hubo alemanes que murieron intentando derrocar a Hitler o por tener ideas contrarias. Pero el pueblo alemán, por mayoría lo eligió y no sólo una vez.. Esa es la diferencia con nuestro dictador y no es pequeña.
    Sea como sea, me encanta leer sobre tu visión de mi país, incluso cuando no estoy de acuerdo. Un saludo desde las Holandas!

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  2. El sentimiento anti-aleman, si existe, seguramente es por el tema económico. En todo caso hay mucho sentimiento anti-Merkel! Ayer, en la manifestación de 1 de mayo, una portavoz de los sindicatos hasta estaba enfadado porque Merkel había dicho que joven alemanes están bienvenidos en Alemania.

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