jueves, 17 de octubre de 2024

El poder creativo del aburrimiento

Estoy cenando con Ana. Lo hacemos temprano para los estándares españoles; cenar antes de las nueve de la noche es para guiris.

Empezamos a hablar de la serie que seguimos a través de Filmin. 
En la serie, la policía está en contacto por Skype con unos secuestradores cuando suena una explosión en algún lugar. Miden cuánta diferencia hay entre el sonido que escuchan directamente y a través de la conexión de Skype y así localizan el sitio donde están los secuestradores.

‘Es un poco improbable, ¿no crees?’ dice Ana.
‘Un poco si, pero mi padre me enseñó a calcular la distancia de un rayo utilizando la velocidad del sonido.’
‘¿De veras?’
‘Sí, el sonido viaja aproximadamente a 1 kilómetro cada 3 segundos, así que cuando veíamos un rayo siempre contábamos: "eenentwintig, tweeëntwintig, drieëntwintig" hasta que oíamos el sonido del trueno.’
‘¿Por qué con veinte y uno, veinte y dos veinte y tres?’
‘Si cuentas "één, twee, drie", es demasiado rápido. A menudo también contaba así cuando estaba jugando wiphonkbal.’
Incluso después de traducir esta palabra en beisbol de balancín, Ana sigue mirándome sin entender nada. Así que una vez más tengo que explicar algo sobre mi juventud.

‘Cuando era niño quería jugar al futbolín, pero en casa no lo teníamos. 
Entonces corté dos porterías de una vieja caja de zapatos. También corté algunos trozos de cartón alargados y los doblé por la mitad en un ángulo de aproximadamente 90 grados. Esos eran los jugadores. La pelota era un trozo redondo de cartón con cinta adhesiva alrededor.
Puse dos equipos sobre la mesa y dos porterías en lados opuestos. Al jugador más cercano al balón se le permitió disparar o pasar. Lo llamé fútbol de balancín.

Pero en aquel tiempo prefería jugar béisbol. Le dije a mi hermano Willem que era una pena que eso no fuera posible porque los jugadores de cartón no podían correr de una base a otra.
“Entonces hay que contar”, sugirió mi hermano. 
"Por ejemplo, después un bateo, el equipo que defiende debe meter la pelota en la portería de la primera base dentro de los diez segundos; de lo contrario, el bateador va a la primera base".
Así que a menudo jugaba béisbol al balancín contando “eenentwintig, tweeëntwintig, drieéntwintig…”’
‘¿Solías jugar solo?’, pregunta Ana.
‘A menudo. Recuerdo que una vecina que estaba de visita me observó un rato mientras estaba ocupado con los trozos de cartón, murmurando todo el tiempo “eenentwintig, tweeëntwintig, drieëntwintig”. Y eso mientras no había ninguna tormenta cerca. Le parecí un niño bastante extraño, estoy seguro.
Pero a veces un amigo del barrio, Henny, venía a visitarme para jugar. Había creado su propio equipo.

Lo extraño fue que con el tiempo mis jugadores adquirieron una especie de carácter. Sentía cariño por ellos. Se convirtieron en mis amigos de cartón.’

‘Qué historia más interesante’, dice Ana. ‘Si hubieran existido videojuegos como Playstation en aquel entonces, nunca habríais creado ese juego.’
‘Efectivamente. Y si el tiempo en Holanda siempre hubiera sido agradable, habríamos jugado afuera. Beisbol de balancín fue el fruto del poder creativo del aburrimiento.’

El video de esta entrada se puede ver AQUÍ



martes, 1 de octubre de 2024

El tiempo pasa volando

Se puede ver esta entrada en video. Pincha AQUÍ


O se puede leer el texto:

El tiempo pasa volando

Es viernes 20 de septiembre. Esta última noche de nuestras vacaciones estamos sentados en una terraza. 
Por supuesto, repasamos los puntos culminantes de las últimas dos semanas.
Mientras tanto, bebemos y comemos algo.
Y de vez en cuando echamos un vistazo al Partenón iluminado en lo alto de la Acrópolis.

Estas vacaciones fueron especiales para Ana porque era su primera vez en Grecia.
Estas vacaciones fueron especiales para mí porque estuve aquí como interrailer hace 44 años.

Le cuento a Ana que estos días he estado muy consciente de que todo es pasajero. No sólo por las ruinas de aquellas antiguas civilizaciones griegas, sino también porque me quedaba poco de aquel viaje de mi juventud. Los recuerdos también son pasajeros.

Así que aquí en Grecia a veces buscaba desesperadamente lugares que me parecieran familiares. Por supuesto, ya había estado en la Acrópolis. No recuerdo mucho al respecto, excepto que creo que ya entonces era muy concurrido. El tipo de turista ha cambiado, eso sí. Los turistas de hoy son en promedio mayores; muchos parecen haber venido tambaleando directamente desde el crucero. Si hay jóvenes, ciertamente están mejor vestidos que nosotros entonces. Y hay más diversidad cultural. Todos tienen sus teléfonos móviles al mano, igual que nosotros. Queremos almacenar nuestros recuerdos en una memoria digital.

Al principio temíamos que el turismo de masas arruinara el placer de este viaje. Por cierto, muchas casas en Atenas también se han transformado en lucrativos apartamentos turísticos. Las tiendas "normales" se convirtieron en tiendas de souvenirs o trendy shops. Eso puede molestar, pero por otro lado, nosotros mismos hemos contribuido al fenómeno, especialmente ahora que nuestras vacaciones son cada vez más lujosas. El turismo de maletas con ruedas simplemente tiene un mayor impacto en el medio ambiente que el turismo de mochila.

Hacemos desaparecer estas consideraciones morales con una última copa de vino y miramos la Acrópolis por última vez. Es fantástico aquí. Un lugar para nunca olvidar.



sábado, 24 de agosto de 2024

Un paseo en agosto

Como no tenía estudiantes para mis clases en línea esta mañana, decidí dar un paseo temprano por la mañana. Todavía el tiempo era agradable y fresco. Mientras caminaba por el río Sil, observaba atentamente el agua para ver si nadaban nutrias. Un chapoteo dio esperanzas, pero resultó ser un pez, probablemente una trucha.

Después de cruzar el puente, comencé a subir. Ahora que estamos en pleno verano, ya son pocos los pájaros que cantan, pero pude oír algunas notas vacilantes de una oropéndola entre los árboles abajo a lo largo del río. Quizás un animal joven que estaba practicando para el próximo año cuando tenga que comenzar el verdadero trabajo.

Decidí dar un paseo más largo hasta el campo de ciervos, justo encima del pueblo de Toral de Merayo. Cuando llegué al punto donde suelo hacer la última subida, me quedé en shock. En lugar de ese hermoso y empinado camino, había un cortafuegos amplio, en el que todavía se podían ver las huellas de las máquinas que habían destruido los árboles y arbustos. 

Por un momento me enfadé por tanta intervención humana en esta riqueza natural. Aunque El Pajariel está cerca de Ponferrada, la cresta está llena de animales. Incluso los lobos vienen a echar un vistazo de vez en cuando.

Pero poco a poco la ira dio paso a la comprensión. La intervención era necesaria para proteger la naturaleza, ahora que los veranos parecen ser cada vez más calurosos y secos y siempre hay locos cuya afición es quemar las laderas de las montañas.

Subí por el cortafuegos y una vez arriba, con el sol naciente a mis espaldas, tomé la foto de abajo. Bueno, a veces la destrucción crea una imagen bastante bonita.


Esta entrada se puede también ver como video: AQUÍ

martes, 6 de agosto de 2024

Si me quieres, dímelo

 Esta vez mi entrada consiste solamente de una canción para celebrar 8 años de matrimonio.

Pincha le foto para ver el video y escuchar la canción.



jueves, 21 de marzo de 2024

¡Peluquería!

Son las tres de la tarde del jueves. Estoy en la cocina con el delantal puesto, revolviendo la sartén. Es un plato que ya he preparado algunas veces y que hemos llamado stampota: una combinación de la palabra neerlandesa stamppot (patatas machacadas con una verdura, esta vez kale de tierras Bercianas) y pota guisada.
Entra mi esposa Ana. Está cansada y hambrienta después de un largo día de trabajo. “Huele bien, es stampota, ¿verdad?”, dice alegremente. Nos besamos. Me da un papel. "Mira, este folleto estaba en mi trabajo, por si no te apetece cocinar." Miro con un poco de sorpresa las fotografías en colores vivos de los platos de un restaurante de kebab. 
En realidad no es nuestra comida favorita, aunque en Holanda de vez en cuando comía pizza turca después de jugar al fútbol.
Le doy la vuelta al folleto e inmediatamente veo una palabra holandesa.
'¡¡El kapsalon ha llegado a Ponferrada!!', le grito entusiasmado a Ana. Ella me mira sin entender nada. Mientras comemos le explico la historia de este plato con un nombre peculiar. Pues, kapsalon significa peluquería.  

Todo empezó en 2003 en Róterdam, cuando el propietario caboverdiano de una peluquería pedía siempre el mismo plato en un snackbar turca. Consistía en todos los ingredientes disponibles: carne (shawarma o hoy en día también kebab), patatas fritas, queso, salsa de ajo y ensalada. El plato conquistó todo Róterdam, luego los Países Bajos y parece que también se encuentra en lugares lejanos como Indonesia y Vietnam. Y ahora incluso en Ponferrada. Eso significa que la conquista del mundo está completa.

“¿Pero piensas pedirlo alguna vez?”, pregunta Ana mientras sirve felizmente una segunda ración de stampota.

Desafortunadamente, el kapsalon no es realmente saludable para un hombre de 65 años que tiene que controlar su colesterol. Carne, queso, patatas fritas, salsa y un poco de ensalada para lavar el plato verde, todo es demasiado malo. Aún así, después de una larga caminata, algún día iré al restaurante de kebab y lo pediré, aunque sólo sea para escuchar cómo pronunciarán el nombre de este producto multicultural de tierra holandesa.

“¡Kapsalon”, intenta Ana. 
Suena bien.

viernes, 12 de enero de 2024

La tierra de había una vez

Hay un ambiente agradable. Los pinchos y bebidas están en la mesa donde pronto tendremos una comida abundante. Ahora tomamos los aperitivos y nos saludamos. Me habla un viejo conocido. ‘¡Oye, qué gusto verte!’, dice. ‘¿Cómo te sientes al regresar a tu tierra?’ ‘Eso siempre es agradable’, respondo. Me mira dubitativo por un momento. Reconozco esa mirada y creo saber de que tema va a hablar. Es que aquí casi todo el mundo empieza a hablar de ello. Y así es. ‘Bueno, pero ahora estás en el país de Geert Wilders. ¿Quién hubiera pensado que eso una vez sería posible, verdad?’

Aquí en los Países Bajos se habla mucho sobre el asunto, pero la victoria electoral de Wilders también fue una gran noticia en España. El imagen de Holanda como un país progresista ya se estaba desmoronando durante los gobiernos de Rutte. Y ahora los últimos resultados electorales se sumaron a eso. Los Países Bajos bien podrían convertirse en la nueva Hungría o Polonia de la Unión Europea.

Aunque nada menos que el 25% de los votos de las últimas elecciones fueron para el partido de extrema derecha de Geert Wilders, no he oído a ninguno de mis conocidos holandeses decir que pertenecen a este grupo. Eso no es extraño. Después de todo, se elige a los amigos. O para decirlo de manera menos positiva: todos vivimos en una burbuja de la propia razón. Además, la extrema derecha no había obtenido tantos votos en Ámsterdam. Por un lado, este no-pasarán electoral fue un motivo para estar orgulloso de la ciudad donde viví durante los primeros 50 años de mi vida. Pero, por otro lado, se reforzó la sensación de que existe una brecha insalvable entre la izquierda y la derecha, entre la ciudad y el campo, entre el bebedor de leche de avena y el carnista, entre los europeístas y los nacionalistas.

Todo parece tanto una pérdida de tiempo. Hay tantos problemas importantes en el mundo que deben resolverse: el cambio climático, las guerras, el crecimiento de la desigualdad de la riqueza y las emisiones nocivas de la industria, de la agricultura y de los hogares. Es necesario elaborar una política cuidadosa en la que participe el mayor número posible de personas. Las políticas chillonas en contra de los inmigrantes no resuelven nada en absoluto.

Pero ahora, durante esta cena de Navidad, no tengo muchas ganas de hablar de política. Brindo con mi viejo conocido y digo: 'Para mí, Holanda siempre será un país en el que siempre me sentiré como en casa.' Mientras bebo mi vino, espero que eso sea cierto.


miércoles, 22 de noviembre de 2023

Un buen comienzo del fin de semana

Es viernes por la tarde. Con mi bolsa llena de compras para la cena, bajo las escaleras desde la parte alta de la ciudad hasta el barrio donde vivimos. Oigo gritos y alguien que hace sonar un silbato de manera muy molesta. Estoy confundido por un momento, pero pronto me doy cuenta de lo que se trata. Son los manifestantes. Están enfrente de la sede del PSOE para protestar contra la ley de amnistía.

Por curiosidad, me desvío de la ruta más corta a casa para ver la manifestación. En Madrid, los jóvenes amotinados están causando problemas en manifestaciones similares, donde no se evitan los símbolos nazis. Las cosas están bastante tranquilas aquí; un pequeño grupo de personas envueltas en banderas españolas hace mucho ruido pero nada más. Aún así, pienso: ¿De dónde sale tanto fanatismo? De todos modos, eso es lo que pensé de los manifestantes catalanes para la independencia en 2017 también. Este guiri no tiene de veras una opinión sobre el tema Catalunya. ¿Pero de donde sale este orgullo nacionalista de los catalanes y de los manifestantes aquí? Por cierto, el lugar donde alguien nace no es ningún mérito propio, aunque sí es suerte si naciste en la Unión Europea y no en uno de los países asolados por las guerras, la pobreza y las peores consecuencias del cambio climático.

Mientras camino de regreso a casa, mis pensamientos se dirigen automáticamente a las elecciones que tendrán lugar en los Países Bajos esta semana. También allí participan algunos partidos muy nacionalistas; ni siquiera es imposible que el partido del notorio Geert Wilders será el partido más votado. Hay también un partido nuevo con bastante apoyo que quiere reformar el sistema electoral para convertirlo en un sistema de distritos, con la idea que esto haría disminuir la distancia entre los políticos y la gente y pondría fin al enorme número de partidos políticos que participan en las elecciones neerlandeses (¡26!). Pero como alguien que vive en un país donde existe tal sistema, digo: "¡Qué no lo hagas!" Parte de los problemas políticos de España derivan del sistema de distritos, que ha creado dos bloques políticos irreconciliables rodeados de partidos territoriales de los cuales casi siempre depende un gobierno. 

Cuando estoy cerca de casa, me olvido de todas las preocupaciones políticas. ¿Cómo preparará Ana el rape que acabo de comprar? Con una botella de vino bueno y nuestra música favorita de fondo, este será sin duda el comienzo de un fin de semana maravilloso. No está nada mal ser europeo. 




jueves, 26 de octubre de 2023

El mundo exterior tan peligroso

Siempre que estoy en Ámsterdam, voy en bicicleta por el Jacob van Arteveldestraat, la calle dónde pasé toda mi juventud, para recordar el pasado. La calle ha cambiado drásticamente. El edificio donde estaba nuestra casa ha sido reemplazado por una nueva construcción que, espero, resistirá la prueba del tiempo mejor que los bloques de viviendas baratas de la década de 1950. Sin embargo, algunas cosas siguen iguales. El canal donde mi padre pescaba a menudo. El edificio de nuestra antigua escuela primaria, que ahora alberga un gimnasio y una mezquita.
El nuevo bloque residencial de nuestra casa mantuvo la misma numeración y altura, por lo que siempre puedo mirar hacia donde una vez estaba nuestro balcón, en el tercer piso de la casa número 7. Allí vivíamos con la familia con tres hijos. Allí estaba el reino de mi madre, que habría cumplido 100 años exactamente hoy, el 27 de octubre.

No fue una aventurera, mi madre. Prefería quedarse en casa e incluso unas vacaciones en los bosques holandeses suponían todo un reto para ella. Que yo sepa, sólo había estado en el extranjero una vez, que fue durante unas vacaciones en el este del país cuando puso un pie al otro lado de la frontera. Ah, sí, creo que en su juventud también había estado en el puerto de Amberes con el barco de sus padres.

Quizás su infancia había sido demasiado turbulenta. Creció en un barco, primero de vela y luego de motor, con sus dos hermanas y hermano. Como resultado, tuvo que ir cada vez a una escuela primaria diferente por donde el barco estaba. La compra de un barco a motor por parte de mi abuelo justo antes de la depresión de los años 30 resultó ser una decisión equivocada. Después de la quiebra, la familia se mudó a una casa de una habitación en Ámsterdam. Mi abuelo tenía que hacer cola cada día para poner un sello y recibir beneficios y mi madre trabajaba como sirviente de limpieza en algún lugar. Nunca asistió a la escuela secundaria. Los años de guerra le hicieron la vida aún más difícil, con su prometido en el servicio militar, luego prisionero de guerra y después en Alemania como trabajador forzado. 

Así, en los años 50, la casa de Jacob van Arteveldestraat se convirtió en su pequeño paraíso, donde estaba a salvo del mundo exterior tan peligroso y podía preparar sus deliciosas comidas holandesas y llevar la casa. Los logros materiales de la sociedad de bienestar fueron aceptados felizmente, pero a veces mi madre tuvo más dificultades con los cambios de mentalidad de los años 60 y 70. La revolución sexual y la emancipación de la mujer parecieron cuestionar su condición de ama de casa trabajadora, de la que estaba tan orgullosa. A veces meneaba la cabeza llena de canas prematuras y decía: "Parece como si el mundo entero se había vuelto loco". 

Más tarde en su vida se adaptó a los nuevos tiempos. Por ejemplo, apreciaba las comidas extranjeras que yo le servía (aunque las patatas hervidas seguían siendo sus favoritas) y se llevaba muy bien con los empleados de origen extranjero que venían a su casa como ayudantes a domicilio. Ella no vivió mi traslado a España. No sé qué habría pensado de eso, pero casi puedo ver su pelo gris moverse. Ella tampoco vivió la muerte prematura de mis dos hermanos, quizás afortunadamente.

Bueno, parece que a medida que las personas envejecen, empiezan a parecerse cada vez más a sus padres. A veces yo también sacudo la cabeza cuando veo cómo van las cosas en el mundo. Algunos políticos actuales se parecen demasiado a los dictadores que durante la juventud de mi madre arrastraban Europa en un espiral de violencia y aniquilación. En estas ocasiones hago eco de mi madre: "Parece que el mundo entero se ha vuelto loco."

Mi madre y yo


martes, 3 de octubre de 2023

Como voy a celebrar mi 65 cumpleaños

Miércoles 4 de octubre. El momento ha llegado. ¡Cumpleaños! Durante mucho tiempo tuvo un sonido casi mágico: sesenta y cinco años. Pero donde antes esperé una línea divisoria clara entre mi vida laboral y mi jubilación, ahora parece que entro en una vaga situación de transición. Oficialmente, 67 es la edad en la que se supone que debo dejar de trabajar, pero no me veo haciendo eso. Creo que puedo mantener el ritmo al que doy mis clases de holandés en línea durante bastantes años. Hoy también será un día de trabajo.

Otra cosa que ha cambiado. Mi cumpleaños solía anunciar el comienzo de la temporada de invierno. Cuando era todavía muy pequeño, en octubre encendimos nuestra estufa de carbón por primera vez. Como me gustó mirar las primeras llamas. En mi cumpleaños pude elegir la cena y normalmente era algo típico de invierno: un estofado de chucrut o kale con salchicha ahumada. Quizás hoy también preparé algo semejante. Con chucrut de bote. Debido a los hábitos alimentarios españoles, esto será sobre las tres de la tarde. Y en lugar de salchicha ahumada con salchichas veganas. La salchicha ahumada holandesa no se puede comprar aquí en Ponferrada. En cualquier caso, no debo comer embutidos para evitar que aumenten mis niveles de colesterol. Además, por supuesto, hay el cambio climático. Razones suficientes para reducir significativamente el consumo de carne.

Sin ninguna duda, este será el cumpleaños más cálido de mi vida. Probablemente unos treinta grados durante el día. No, queridos holandeses, eso no es normal aquí en el norte de España. Esas son las temperaturas del verano. La política no parece preocuparse demasiado por este problema. El nuevo ayuntamiento de Ponferrada se posiciona reduciendo y repavimentando la zona peatonal.  A los medios de comunicación y a los políticos nacionales sólo les preocupa la amnistía o no para los políticos catalanes que organizaron el referéndum. El nacionalismo nunca ha resuelto ningún problema real.

Esta noche a las siete me voy a café Gijón aquí en el barrio para ver el partido del Feijenoord contra el Atlético de Madrid mientras tomo unas cervezas. Sí, queridos amigos del fútbol de Ámsterdam, hoy en día prefiero ver jugar al Feijenoord (de Róterdam) que al Ajax. Y luego a casa, donde mi esposa Ana me preparará una cena de cumpleaños. No vegetariana, pero probablemente con un alto contenido de omega-3, para que cumpla muchos más.





lunes, 18 de septiembre de 2023

El campo de los ciervos de mi padre

¿Puede un perro mirar sorprendido? Me pregunté eso cuando mi padre se despidió de nuestro perro Rakker de una manera un poco dramática. “Quédate aquí, Rakker, porque haces mucho escándalo cuando hueles un animal”, dijo, mientras acariciaba la cabeza del fiel animal. Luego salimos de la cabaña y cerramos la puerta detrás de nosotros, dejando al perro desconcertado con mi madre, que todavía dormía en la cama.

El plan para esa caminata temprana venía del día anterior. Durante nuestro paseo por los densos bosques, de repente nos encontramos con un campo abierto con altas plumas de hierba marrón. “Un campo de ciervos”, dijo mi padre. "Si vienes aquí al amanecer, seguramente verás un ciervo o un corzo." "¿Vamos a hacer eso mañana temprano?", pregunté con entusiasmo. “No seáis tontos”, dijo mi madre, que no era tan aventurera. Pero mi padre asintió con la cabeza.

Y así partimos. Incluso cerca del camping no se veía tan temprano a ningún caminante o ciclista. A medida que nos acercábamos al claro, comenzamos a susurrar e incluso a caminar un poco de puntillas. Desde el borde del bosque contemplamos el campo. Llegó una liebre, que caminó hasta la senda que atravesaba el claro y se dio un baño de arena. Se arrojó por el sueo de espaldas, mientras el sol rojo salía detrás de ella. Una vista hermosa. Pero no vimos ningún ciervo. Ligeramente decepcionados, seguimos caminando por el borde del bosque; no se podía saber si surgiría otro animal. De repente escuchamos un ruido proveniente de unos arbustos. Una cabeza de una cierva apareció entre los arbustos a pocos metros de nosotros. La cierva soltó un sonido con los labios. Y se escapó. Un crío la siguió. Fue la experiencia con la vida silvestre más maravillosa de mi vida.

Y hoy día, cuando salgo a caminar desde Ponferrada, casi siempre camino hacia un claro aquí en lo alto de la cresta de El Pajariel. El campo de los ciervos de mi padre, lo llamo. Una vez vi un corzo caminando por allí. Que yo sepa, en El Pajariel no hay ciervos. Cada vez que estoy allí, pienso en aquel momento con mi padre en los bosques del este de Los Países Bajos, hace unos 52 años.



sábado, 5 de agosto de 2023

¡Por fin!

¡Por fin me han confundido con un español! Bueno, esa no fue la primera vez. Pero esa primera vez no cuenta de veras, porque fue en el extranjero, durante nuestra luna de miel en Vietnam. Cuando una recepcionista de un hotel en Hanoi me preguntó dónde vivía y le respondí orgullosamente, 'Spain', exclamó con entusiasmo:
'You're Spanish! I love Spain!! I love Cristiano Ronaldo!!!'
Al menos ella pensaba que yo era tan español como Cristiano Ronaldo, con quien de todos modos tengo bastante en común.

Pero ser confundido con un español aquí en El Bierzo nunca había sucedido antes. ¿Cómo reconocen el guiri en mí tan rápido? De vez en cuando las personas me piden indicaciones en la calle, pero cuando las miro, noto que inmediatamente se arrepienten de haberse acercado a mí para esto.

Pero hace poco caminé después de un largo paseo hacia el centro por una calle que forma parte del Camino de Santiago. Una anciana con una carta en la mano estaba parada en una puerta.
‘Señor, ¿puede ayudarme? He recibido esta carta y no la entiendo en absoluto’.
Era su factura mensual de la compañía de agua, al parecer, con un montón de números y especificaciones. Esperé un momento a que se diera cuenta de que estaba tratando con un extranjero, pero no parecía darse cuenta. No dejaba de repetir que no entendía nada. Hice un intento de aclarar.
‘Es la factura mensual del agua. Mira, aquí está lo que has usado y creo que esa es la tasa y realmente no sé nada más.’
Sacudiendo la cabeza, escuchó mi explicación y susurró:
‘No entiendo nada.’

Entonces llegó el momento de mi salvación. Una pareja más joven vino de la casa contigua a la de ella. Al parecer, eran sus vecinos, pues la saludaron amablemente.
‘¡Buenos días, señora Fernández!’
Para mi consternación, la señora Fernández no continuó la conversación sobre la factura del agua con sus vecinos, sino que les devolvió un breve saludo, esperando aparentemente con impaciencia a que los dos se alejaran antes de volverse hacia mí:
‘No entiendo esta carta. "¿Sabes lo que debo hacer ahora?’

Traté de aclarar la información y finalmente la indiqué el número de teléfono que figuraba al pie de la carta. Luego nos despedimos. Cuando miré hacia atrás, vi que todavía estaba con la carta en la mano en la puerta, sacudiendo la cabeza. ¿Estaría esperando a otro transeúnte inocente, solo para tener una pequeña charla? ¡Claro que no! Se quedó allí digiriendo toda la información útil que acaba de recibir de un Berciano. Satisfecho, caminé a casa.



miércoles, 19 de julio de 2023

Salir del armario

Es miércoles por la noche. Un debate electoral está en marcha en la televisión entre los líderes de tres partidos políticos. Habla Abascal, el líder del partido de extrema derecha Vox. Una vez más me sorprende cómo sus puntos de vista coinciden con los de los estudiantes saudíes que tuve el año pasado. Debido a que estudiaron medicina en los Países Bajos, tenían que poder escribir un ensayo en neerlandés sobre los dilemas éticos en la sanidad. En su mayoría eran musulmanes ortodoxos y por tanto, como Vox, contra el aborto, en favor de la familia tradicional, contra la eutanasia y contra la transición de género. Lo raro es que Vox pretende querer parar la islamización de la sociedad española. Pero sus puntos de vista sobre las libertades individuales, la sexualidad, la emancipación de la mujer y la homosexualidad son muy similares a los del régimen de Arabia Saudita. Ah, y la transición energética debería abolirse, según Abascal. ¿Pero no beneficiaría eso solo a los países productores de petróleo, en su mayoría árabes? 
Oye, espera un minuto. 
Observo con más atención al líder político de Vox. Lo sé; no debes juzgar a una persona por su apariencia. Pero tiene exactamente la misma barba que mis estudiantes saudíes. No puedo quitarme esta fantasía de la cabeza. Vox gana las elecciones por un amplio margen. Abascal pronuncia su discurso de victoria ante una multitud que lo vitorea. Sale del armario. Declara que a partir de ahora España volverá a llamarse Al-Ándalus.





domingo, 9 de julio de 2023

¡¡Pero no en mi viña!!

‘Estoy buscando un buen vino tinto, joven y suave, del Bierzo por supuesto. ¿Cuál me puedes recomendar?’
El dueño de mi favorita tienda de vinos El Salgueral mira vacilante su extensa colección y luego saca una botella de un estante. Cepall. Un viejo conocido.
Mientras pago, mis ojos se posan en una pila de folletos sobre un barril de vino vacío. El vendedor de vino ve eso.
‘Coge uno; se trata de los megaproyectos de energías alternativas que quieren llevar a cabo en El Bierzo. La asociación de comerciantes del centro histórico se declara en contra.’
Por un momento me pregunto si voy a decir algo. Soy un partidario convencido de la transición energética. Pero el tema aquí es delicado. Tomo el folleto superior de la pila y digo:
‘Lo leeré.’

Mientras desciendo del centro histórico a mi propio barrio con la bolsa de la compra al hombro, trato de pensar por qué son precisamente las turbinas eólicas y los paneles solares los que despiertan tanta resistencia. Incluso hay personas que son capaces de molestarse con los parques eólicos o solares mientras corren por el paisaje con su coche de gasolina a una velocidad de 120 140 km/h en una autopista de cuatro carriles. Claro, no son bonitos, pero tampoco lo son otras instalaciones necesarias. Y la importancia de la transición energética es más clara que nunca en este año cálido y seco, incluso con la molestia del humo de los incendios forestales en Canadá.
Cuando llego a casa, leo el folleto antes de sacar las compras de la bolsa. No están en contra de la transición energética, pero están en contra del plan de instalar grandes parques solares en las viñeras. Y eso para no afectar el valor turístico de la zona. Vale, es un argumento muy válido.

No hay duda de que se debe considerar cuidadosamente dónde se ubicarán los parques solares y eólicos. Donde la agricultura ya extrae demasiada agua del medio ambiente, los parques solares podrían ser una adición bienvenida a los ingresos de los agricultores. Aquí en El Bierzo hay muchas crestas montañosas desnudas y ventosas donde fácilmente se podrían colocar turbinas eólicas sin tener un impacto demasiado grande en la agricultura, la naturaleza y el turismo. 

Si dudas de esto último, te recomiendo una visita al precioso pueblo de San Facundo, aquí en El Bierzo. Allí podrás dar un fantástico paseo circular por arroyos frondosos y luego darte un chapuzón en el agua helada de una playa fluvial bien cuidada. Luego tomas asiento en el jardín del restaurante local. Y mientras tanto, en algún lugar por encima de ti en la cresta, las turbinas eólicas producen la energía necesaria para enfriar la cerveza y preparar la comida que estás a punto de pedir.
La entrada de San Facundo. 
Al fondo tres turbines eólicos.



San Facundo





lunes, 12 de junio de 2023

La voz del pueblo

Estamos en Alba de Tormes, un pueblo cerca de Salamanca. El buen tiempo nos hace decidir tomar asiento en una terraza agradable en la Plaza Mayor. Es imposible ignorar la pancarta en la balaustrada de un balcón.
'¡Vota Vox!’, grita la pancarta. Y luego sigue el juego de palabras: ‘En Alba de Tormes no se vota, se voxtea.’ Como es característica de los partidos populistas, Vox pretende hablar en nombre del pueblo entero.
Nos sorprende la presencia rotunda de esta propaganda política en la plaza principal del pueblo. En ningún otro lugar hemos visto algo semejante de ningún partido político. Tampoco estamos del todo seguros de si está ahí por las recientes elecciones municipales o por las próximas elecciones nacionales de julio.
Lo que deja clarísimo la pancarta es la aceptación de la extrema derecha. Hace muy poco, España era uno de los pocos países donde el populismo de derecha apenas parecía tener apoyo. ¡Y mira ahora! Vox ya está en el gobierno de nuestra autonomía Castilla y León. Bien podrían terminar en un gobierno de coalición nacional después de las elecciones de julio. ¿Qué pasará con la tan necesaria transición energética? ¿Y con la ley del aborto? ¿Se nos quitaría el derecho a una muerte digna a través de la eutanasia? Son tiempos preocupantes.
Afortunadamente, la camarera sale del café con una copa de vino blanco y una copa de vino tinto en su bandeja. Deben ser para nosotros.

viernes, 2 de junio de 2023

Deseo sin desesperación




Hoy, El Pajariel está envuelto en niebla. ¡Cómo me gustaría estar allí! La niebla que amortigua todos los sonidos. La visibilidad limitada que hace que el bosque sea aún más misterioso. No hay nada más hermoso que un corzo vadeando lentamente a través de las nieblas bajas porque se cree no observado. Pero no puede ser. Una vez más maldigo mi lesión. El partido de fútbol con mis antiguos compañeros durante mi visita a Ámsterdam me dejó, además de un hueso roto en la mano, con una rodilla dolorida. Ya va un poco mejor. Pero bajar y subir sigue siendo difícil, incluso aquí en la escalera del edificio. Significa el final definitivo de mi carrera futbolística, me temo. Pero en cuanto pueda, intentaré de nuevo subir una montaña. La primavera es demasiado hermosa para pasar desapercibida.

sábado, 20 de mayo de 2023

Emisiones

Mientras estoy sentado aquí en nuestra habitación frente a mi ordenador pensando sobre un tema para mi próxima opinión de un guiri, oigo una voz proveniente de un altavoz en la calle. Esta vez no es el vendedor de patatas. Ni el afilador de cuchillos. Es un coche electoral de la UPL, que significa la Unión del Pueblo Leonés. “¡Prometemos acabar con la zona de bajas emisiones de Ponferrada!”, resuena por la calle.

Sí, se acercan las elecciones municipales y como extranjero residente en Ponferrada puedo votar. Hasta ahora, nunca en mi vida he dejado pasar la oportunidad de votar, excepto tal vez en algún referéndum extraño en los Países Bajos. Y hay muchas cosas locales de las que preocuparse, como la zona de bajas emisiones, de la que soy un gran partidario. Un barrio suele mejorar mucho cuando el tráfico de coches está limitado. El alcalde actual y su gobierno quieren hacer del centro de Ponferrada una zona de bajas emisiones y han limitado el tráfico motorizado en algunas calles alrededor del mercado y por supuesto se aseguraron de que la obra, que causó bastantes molestias, se terminara justo antes de las elecciones. El barrio ahora se ha vuelto mucho más agradable. Caminé al mercado esta mañana para comprar algunos espárragos blancos frescos y una calle que antes procuré evitar debido a la acera estrecha con coches que pasaban muy cerca, ahora era fácilmente transitable. Esperemos que algunas tiendas y restaurantes más se establezcan allí ahora.

Por extraño que parezca, los comerciantes locales se oponen a la zona de poco tráfico. Piensan que perderán clientes si la gente ya no puede aparcar justo en frente de su puerta. Eso me parece una tontería. El hecho de que tantas tiendas tengan que cerrar en las calles de Ponferrada es, creo, totalmente debido al gran centro comercial cubierto en las afueras de la ciudad y la tendencia a comprar online cada vez más. El centro de Ponferrada, por tanto, debe hacerse atractivo para unas horas agradables de compras en pequeñas tiendas con bares y restaurantes alrededor y aparcamientos al lado del centro, que por cierto ya hay. Creo que la oposición a la zona de bajas emisiones es principalmente de naturaleza ideológica y sentimental. Para muchos, el coche sigue siendo la vaca sagrada y la más mínimo insinuación de que el tráfico motorizado afecta la calidad de vida a través de las emisiones de gases, la contaminación acústica y la seguridad vial, encuentra resistencia. Algunos partidos políticos se aprovechan de estos sentimientos.

Y de repente lo sé. Voy a votar por el alcalde actual el domingo 28 de mayo. Mira que bien. Pensé que toda esa propaganda política en las calles no servía para nada, pero esta vez ha hecho que un vacilante eterno decida por quién votar.



miércoles, 29 de marzo de 2023

Las tres etapas de la migración

Ahora que mi trabajo principal es enseñar holandés online, a menudo hablo con mis alumnos sobre lo que es dejar tu propio país y establecerte en un entorno nuevo con una cultura y un idioma diferentes.
Los refugiados de veras, que han tenido que abandonar su país debido a una guerra o la opresión, no tengo como estudiantes. Las lecciones de holandés se organizan para ellos en los centros de acogida de refugiados. Sin embargo, llama la atención cuántos de mis alumnos tienen grandes dificultades con los regímenes de su país, como los que vienen de Rusia, Irán, Turquía, China y Bielorrusia. 

La mayoría de mis estudiantes son los llamados ‘expats’, los expatriados, una palabra que se usa para los trabajadores inmigrantes mejor pagados. A menudo trabajan en la tecnología moderna, por lo cual están acostumbrados a comunicarse en línea. También tengo como estudiantes algunos emigrantes por amor, con los que tengo aún más en común.
Con base en mis propias experiencias y las de mis alumnos, veo estas tres etapas de la migración (voluntaria).

Etapa 1: el primer enamoramiento
Todo es nuevo. Hay tanto por descubrir. Esta etapa ya comenzó para mí durante mis vacaciones en España. La comida, el clima, la naturaleza, el idioma y por supuesto la gente agradable y comunicativa hicieron de España mi principal destino de viaje. Durante los primeros años que vivía aquí me mantuve en esta etapa dichosa, porque instalarse en algún lugar es una aventura completamente diferente a estar de vacaciones.
Mis alumnos conocen el mismo sentimiento. Al principio están muy entusiasmados con las hermosas ciudades holandesas, la abundancia de vegetación, la amplia oferta cultural y la pequeña escala de las grandes ciudades, donde la bicicleta y los pies son los principales medios de transporte.

Etapa 2: la duda
Después de unos años, inevitablemente surgen las primeras dudas. Y la nostalgia. De repente ves las desventajas de vivir en tu nuevo país. Aprender el idioma no va tan rápido como pensabas. Empiezas a echar de menos a cosas. En mi caso concreto, esa es mi libertad de movimiento, que aquí está mucho más limitada porque el transporte público es escaso y andar en bicicleta equivale a jugarse la vida. No, todavía no tengo licencia de conducir. También me enfrenté a las imperfecciones del mercado laboral español. 
Mis alumnos siempre mencionan el clima húmedo y ventoso de los Países Bajos como primer problema, seguido de los carísimos restaurantes holandeses con esas inevitables patatas fritas con mayonesa. Y luego, por supuesto, hay esa lengua tan difícil. En la etapa 1 todavía pueden arreglarse con el inglés, pero cada vez más ven la necesidad de mejorar su holandés para poder comunicarse con los holandeses incluso en las últimas horas de una fiesta.

Etapa 3: en casa
Y en algún momento has llegado completamente en tu nuevo país. Te sientes como en casa. Los jóvenes entre mis alumnos pueden ser capaces de llegar a esta etapa, donde yo mismo, por mucho que lo desea, nunca llegaré. Tal vez era un inmigrante demasiado mayor para integrarme completamente o estaba demasiado ocupado con las clases de holandés e inglés para aprender a hablar bien el español. Soy y seré un outsider, un guiri, que contempla con extrañeza las cosas que me rodean. De todos modos, eso significa al menos que puedo continuar con mi blog Opiniones de un Guiri por el momento.
Al lado del río Sil en Ponferrada

martes, 7 de febrero de 2023

Peregrino por un día

 Sábado 4 de febrero. Es un hermoso día de invierno. Por la noche hace frío. El sol brilla durante el día. Voy a recorrer una etapa del Camino de Santiago. Desde casa al precioso pueblo de Villafranca. En casa frente al espejo me hago un selfie.

En realidad, me hubiera gustado caminar una etapa diferente. En el autobús hasta Villafranca y de allí a pie, entre la nieve, hasta O Cebreiro. Allí dormir en el albergue de peregrinos. Pero es imposible. Cuando ayer saqué mi mochila grande del sótano, dejé un rastro de granos negros sucios. Mi buena mochila vieja, con la que había tenido tantas aventuras, se estaba deteriorando por la parte de atrás. Traté de restaurar y limpiarla. Mi buena y fiel mochila ahora se está secando en el balcón. 
En mi mochila pequeña no cabe un saco de dormir, una toalla y los zapatos extra. Así que caminaré por la etapa un poco menos espectacular de Ponferrada a Villafranca. Y luego de vuelta en autobús.

No es realmente la temporada de peregrinación. Al principio adelanto a algunos americanos muy cargados. Están hablando de mercados financieros, por lo que oigo. Pero en cuanto salgo de las afueras de Ponferrada, soy el único peregrino. 'Buen camino', dicen muchos españoles que encuentro.
Lo que me llama la atención es que de repente hay muchos zorzales alirrojos en El Bierzo. Nunca los había visto aquí antes. En los Países Bajos, estos son visitantes de invierno. Aparentemente aquí también. Para las personas que no saben cómo es un alirrojo, tomo una foto del animal. 
En Cacabelos tengo un descanso breve en una terraza. Decido pedir una tónica con un trozo de tortilla. Es una de las mejores tortillas que he comido últimamente. Todavía un poco crudo por dentro. Delicioso. Eso es lo que le digo a la mujer del bar. “Por supuesto”, dice con el debido orgullo, “las preparo frescas todas las mañanas”.
Es invierno, pero también primavera. Los corderos ya están en el pasto. La temperatura está subiendo. Es la hora de quitarme el abrigo.
Camino por los viñedos. Las bodegas han puesto sus nombres en carteles en sus campos. A veces parece un poco como si las cepas estuvieran bailando mano a mano en una larga hilera.
La ruta pasa por Valtuille de Arriba. A pesar de que aquí se produce mucho vino, el pueblo está medio abandonado y ruinoso. Pero también hay algunas casas que han sido bellamente restauradas.
Cuando veo la cabaña blanca con los tres pinos, sé que falta poco. Los recuerdos emergen. Aquí Ana y yo estuvimos una vez en una fiesta hipster con mucho baile y vino. Luego dormimos en un campin cercano.
Y ahí está Villafranca. La Puerta de Perdón de la Iglesia de Santiago. Aquí los peregrinos que no llegan a Santiago de Compostela por enfermedad o lesión pueden recibir el perdón de sus pecados. No voy a llegar a Santiago. Ya me duelen los pies. Pero tampoco he pecado mucho últimamente.
Ampliamente a tiempo en Villafranca para coger el autobús de las cinco y tomar algo en la plaza. La caña está bien merecida y me como un cuenco de Caldo Berciano con ella. La sopa local con patatas y repollo. Me siento cansado y satisfecho. Era una caminata hermosa.


lunes, 23 de enero de 2023

Nominado

Es viernes por la noche. Camino por el centro comercial de Ponferrada. Hay mucha gente. No, no voy a hacer shopping. Voy al cine y eso solo se puede hacer aquí. Qué bonito sería si hubiera un cine en el centro de la ciudad y se podría después de la peli disfrutar de algo para picar en uno de los bares. Eso también es posible aquí en el centro comercial, pero solamente si te gustan las hamburguesas, las pizzas, los döner kebabs o los tacos de las conocidas cadenas de comida rápida.

Voy a ver una película que ya quería ver desde hace tiempo: As Bestas. Ana no quería ir por la violencia que se da en ella.
- ‘Tengo miedo de que después nunca más quiero ir a los pueblos de montaña,’ dijo.
- ‘Las películas muestran las excepciones. La mayoría de la gente es realmente pacífica,’ objeté.
La verdad es que la película está basada en hechos reales. En la década de 1990, una pareja holandesa inició un pequeño negocio agrícola en una aldea gallega. Esto provocó tensiones con una familia local, que se salió de control tanto que el holandés fue asesinado. Había leído en El País la entrevista impactante a la viuda, que aún vive en esa aldea.

Cuando entro en la sala, veo que está bastante llena. Eso tiene que ver con el orgullo local. La película se rodó en El Bierzo. Me siento y resignadamente miro a los avances y los anuncios tan aburridos que siempre hay. El tráiler de la película Savage Salvation está lleno de exaltación de la violencia. No es normal. Un mal ejemplo para la juventud. Como suele ocurrir con los avances, pienso: ‘Al menos no necesito ver esa peli’.

Comienza la película principal. El director ha optado por convertir a la pareja holandesa en una pareja francesa. Tal vez porque conocía a estos grandes actores. O porque el francés es mucho más fácil para el público español que esa lengua holandesa tan áspera. Una de las grandes ventajas de esta película es que no está doblada sino subtitulada. Los franceses hablan entre ellos francés y los gallegos gallego, como debe ser.

Estoy detrás de un grupo de personas mayores; paisanos, los llamaría Ana. Como suele ser el caso de las personas mayores en el teatro o el cine, piensan que están en un evento social. Proporcionan muchos comentarios durante la película. Al comienzo de la película, el hombre frente a mí sigue diciendo ‘claro’ cada vez que el hermano mayor de la familia gallega vuelve a decir algo inapropiado al francés. No ocurre mucho que alguien está de acuerdo con el malo de la película. Afortunadamente, deja de hacerlo cuando la situación realmente se sale de control. La amenaza y la violencia en esta película es realista y nada atractiva. Y por eso es tan aterrador.

Cuando en el camino a casa paso por la estación de autobuses, me siento un poco orgulloso. Aquí tuve lugar una de las escenas de As Bestas. La película me impresionó. Probablemente gane muchos Goyas. Y El Bierzo entonces compartirá el éxito. ¿Existe un Goya para el paisaje más bello que forma el fondo de una peli? El Bierzo lo ganaría gloriosamente. Ya me gustaría expresar mi gratitud a todas las placas tectónicas móviles que han hecho posible el paisaje montañoso tan espectacular.










domingo, 25 de diciembre de 2022

Espíritu navideño

Es Nochebuena. Celebramos esta noche, que es tan importante en España para pasarla con la familia, solitos los dos en casa. Cuando Ana le contó esta tarde esto por teléfono a una vieja amiga de su madre, esta reaccionó con horror:
‘No lo consiento que cenéis esta noche los dos solos. Tenéis que venir aquí y cenar con nosotros.’
Esa propuesta fue rechazada. Después de todo, ya habíamos comprado todos los ingredientes para una deliciosa sopa de pescado, seguida de un plato de rape con conchas. De postre teníamos pastel de pistacho. Y encima habíamos comprado unas deliciosas botellas de vino de la inigualable Bodega Cepall en el pueblo de Sancedo. Nos hacía ilusión tener esta cena íntima llena de gastronomía alta y música bonita de nuestras listas de Spotify. 

Nos sentamos uno frente al otro, los platos de sopa llenos, las copas de vino en la mano. Suena la canción What a difference a day makes, interpretada por Jamie Cullum. Contentos miramos alrededor de la sala. El ambiente navideño está por todas partes. Hay luces y velas encendidas. Sobre la mesa están las ramas con hojas de eucalipto, encima de la puerta cuelga el muérdago, debajo del cual ya nos hemos besado. Brindamos. Tomamos un sorbo. Y luego llevamos con cuidado nuestras cucharas con la sopa caliente a la boca. Deliciosa.

Casi inevitablemente en estos tiempos difíciles, nuestra conversación cambia de temas culinarios a asuntos menos alegres. Los miembros de la familia que perdimos los últimos años. Los problemas globales. Covid, cambio climático, la guerra en Ucrania. Este año fui confrontado directamente por la guerra, porque tengo estudiantes ucranianos, bielorrusos y recientemente muchos rusos que quieren aprender holandés. Estos han huido de su país, sobre todo por el sentimiento de vergüenza que les ha despertado el ataque de su patria al país hermano. Al final nos acostamos un poco tristes, pero eso también es parte del espíritu navideño.

Al día siguiente preparamos el desayuno de Navidad. No había podido encontrar en Ponferrada el Stollen de Navidad, que es tan típico en Holanda y Alemania. Pero sí había un delicioso pan de grosellas con nueces. De todos modos, más saludable. Mientras Ana prepara el café en la cocina, me acerco al armario donde he escondido su regalo de Navidad. A falta de un árbol de Navidad, lo deslizo hasta la mitad debajo de las hojas de eucalipto en la mesa. Luego voy a la cocina a cortar el pan. Cuando vuelvo a entrar en la sala, veo que mi regalo tiene compañía. Ambos paquetes tienen exactamente el mismo tamaño, aunque el envoltorio es diferente. Expreso mi sospecha.
‘Tal vez nos dimos el mismo regalo.’
Ana desenvuelve su regalo. Es el libro La Familia de Sara Mesa. Se ríe.
'Tienes razón.'
Nos sonreímos el uno al otro y estamos de acuerdo. El amor verdadero es regalarse accidentalmente el mismo libro, pero comprado en diferentes librerías. 


viernes, 16 de diciembre de 2022

Llenar el vacío

Aún asombrado, entro en la sala de estar. Ana, que está sentada en el sofá viendo nuestra serie favorita Amar es para siempre, me mira interrogante.
'¿Quien llamó?'
'Te lo cuento luego durante los anuncios publicitarios.'
Es que no quiero perderme nada de la serie, que vemos casi todos los días laborales después de la comida desde hace al menos 15 años. La serie sigue a los personajes alrededor de un café de Madrid durante los años de la posguerra y la transición. Ahora hemos llegado a principios de la década de 1980, cuando yo mismo estaba en Madrid por primera vez.
Cuando comienzan los anuncios, apago como siempre el sonido y le lo explico a Ana.
‘Era una escuela de educación profesional en Alkmaar (una ciudad holandesa). Me preguntaron si quería enseñar inglés intercultural a partir de la próxima semana'.
'¿Inglés intercultural?'
 'Yo tampoco sé lo que es. Habían visto en mi currículum en alguna bolsa de trabajo que también tengo experiencia en clases de inglés.'
'¿Qué respondiste?'
'Que vivo en España, pero eso ya lo deberían saber por el número de teléfono. Y que en realidad soy profesor cualificado de economía. Y que no estoy disponible de inmediato, pero que estaría dispuesto a venir para dar clases durante un breve período en el futuro.'
Entonces veo que los terribles anuncios se han terminado y vuelvo a encender el sonido. La abogada, interpretada por una gran actriz, se ha quedado embarazada justo cuando acaba de convertirse en líder de un partido político. ¡Qué emocionante es esta serie!

Cuando suena la melodía final de la serie, vuelvo a pensar en esa oferta de la escuela. Lo demuestra una vez más. El mercado laboral en los Países Bajos está completamente fuera de control. La escasez de personal provoca cancelaciones de clases en la educación, retrasos o cancelaciones de trenes, colas larguísimas en el aeropuerto Schiphol, falta de personal en los bares y restaurantes y llamadas telefónicas desesperadas a profesores de 64 años en países lejanos con calificaciones en otras asignaturas.

Y ese no es de ninguna manera el único problema al cual se enfrentan los Países Bajos. Los inmigrantes laborales podrían llenar muchas vacantes, pero hay muy pocas viviendas asequibles. No se permite la construcción porque ya se está emitiendo demasiado nitrógeno, especialmente por parte del sector agrícola. Las carreteras están llenas de atascos, la industria emite demasiado CO2 y luego existe el peligro estructural de que toda la parte occidental de los Países Bajos se inunde si el nivel del mar sube como consecuencia del cambio climático. En resumen: los Países Bajos están en los límites del crecimiento económico o ya los han superado.

Es una gran diferencia con la situación aquí en El Bierzo. Esta región pertenece a la 'España vacía', o, como dicen algunos, 'la España vaciada', porque creen que el éxodo es fruto de políticas equivocadas. Hay muchas casas abandonadas aquí y el desempleo sigue siendo alto.

El Bierzo puede ser una ubicación excelente para empresas, instituciones europeas, pensionistas y nómadas digitales. La vida aquí es mucho más barata que en Madrid, Barcelona, Ámsterdam, París o London. Hay muchas viviendas vacías y no hay atascos de tráfico. Aquí la naturaleza sigue siendo pura. Aquí se encuentra espacio y tranquilidad. Y el vino es muy sabroso. ¡Ven a El Bierzo!



sábado, 12 de noviembre de 2022

Pinchazos

Mientras escribo estas palabras, me empiezan a doler ambos brazos. Es un efecto secundario conocido. Hoy recibí mi cuarta vacuna contra el covid y, porque ya estaba en el punto de la vacunación, también una vacuna contra la gripe.

Por casualidad me enteré hace unos días que podría vacunarme hoy. Se le dio poca publicidad a esta campaña. Debido a que escuché que en los Países Bajos ya podían recibir la cuarta inyección, eché un vistazo a la aplicación de atención médica aquí. Y ahí estaba, personas entre 60 y 64 podían hacer la autocita para la vacunación de la gripe y la dosis de recuerdo COVID-19 el jueves 10 de noviembre de 8 a 13 hors . El lugar era una carpa cerca del hospital de El Bierzo. Programé la cita a través de la aplicación entre las 10 y las 11 am.

Ayer vi con alegría que hoy haría buen tiempo, lo que significaba que podría ir al hospital en bicicleta, que sería considerablemente más rápido que tomar el autobús o caminar. Cuando le conté a Ana que tenía la cita, inmediatamente se ponía entusiasmada.
"Entonces te llevaré en coche."
"Eso no es necesario, voy en bicicleta."
"No seas tonto, te paso a buscar a las diez y luego nos tomamos un buen café".

Y así nos dirigimos al hospital esta mañana. Los aparcamientos del hospital estaban muy llenos. Estaban los coches estacionados por todas partes. Pasamos por delante del hospital en dirección al lugar del punto de vacunas. Alguien estaba dirigiendo el tráfico. “¿Covid?”, preguntamos a través de la ventana. Quitó una cinta y nos indicó que entrabamos en ella. Zigzagueamos con el coche entre dos largas cintas, como hay para las largas colas en un aeropuerto. Era un punto de vacunas drive-in. Una pequeña fila de coches ya estaba esperando. Por supuesto hicimos fotos. Esto fue único. El fenómeno del 'drive-in' se me había escapado hasta ahora.
No era necesario salir. Los pinchazos ocurrieron a través de la ventana. 
Para el brazo izquierdo tuve que hacer un movimiento extraño hacia la ventana, así que creo que me dolerá un poco más ese lado.

Mientras tomábamos un café en un bar, le dije a Ana que tal vez la próxima vez iría en bicicleta.
'¿Por qué? "Esto es divertido, ¿no?"
"Claro que sí, pero es para la foto. Un guiri holandés en bicicleta en una fila de coches, esa sería perfecta para mis blogs.'
“Pero entonces nadie podría tomar esa foto tuya”.
'Eso es cierto.'
Mientras tomábamos nuestro café, continuamos hablando sobre dónde iríamos a caminar y comer este fin de semana.

martes, 18 de octubre de 2022

Animales salvajes

Son casi las nueve de la mañana del martes. Hay niebla en El Pajariel. Estoy a punto de subir por uno de mis senderos favoritos. Bonito y empinado. Llevo un palo en mi mano. Ya dos veces me había encontrado demasiado cerco a un jabalí en uno de mis paseos matutinos. Con un palo tal vez pueda mantener a distancia a una bestia tan feroz. Hace unas semanas hubo aquí una cacería de jabalíes. Creo que los cazadores mataron a muchos de ellos y los supervivientes estarán aterrorizados, por supuesto. ¿Estarán en busca de venganza? Los animales asustados son los más peligrosos. Recojo un palo un poco más grande del suelo y empiezo el ascenso.

Esto es pura vida. La niebla amortigua todos los sonidos. Hay un silencio muy profundo. Huele a otoño. Una vez arriba, donde hay un pequeño campo, veo algo que se mueve. Un corzo. El animal sale corriendo a grandes saltos, mostrándome la mancha blanca en la parte superior del trasero. El espejo, se llama en holandés. ¿Y en español? ¿También el espejo? ¿O volverán a pensar que estoy bromeando si digo que vi el espejo de un corzo? 

Este momento de contemplación es perturbado por una vibración en mi bolsillo. Recibo un mensaje de WhatsApp. Es de Ana con un enlace a un tuit de la policía (AQUÍ). Anoche andaba un oso por Ponferrada. La policía guiaba al animal hasta El Pajariel. Miro a mi alrededor. Afortunadamente puedo bajar por una pista algo más ancha. Me pregunto si el oso me habrá visto. Miro dudosamente ese bastón bastante escuálido que tengo en la mano.

Una vez salvo en casa, veo en las redes sociales que están lloviendo informes sobre el oso. La noticia también llega a El País (AQUÍ) e incluso a The Guardian (AQUÍ). La verdad es que es bastante especial. Ya estábamos acostumbrados a la proximidad de jabalíes y zorros, pero un oso en una ciudad es diferente. Los lobos tampoco están lejos. Nunca los vi a ellos mismos, pero algunas veces encontré sus excrementos peludos. Y desde luego, esa cercanía con estos animales salvajes genera discusión y crispación. ¿Cómo no?
 
Por un lado, es fantástico que estos animales deambulen por los montes. Son una muestra de que la naturaleza aquí es pura y abundante. Pueden atribuir al equilibrio natural y atraer a turistas. ¡Al safari en El Bierzo!

Por otro lado, la presencia de grandes depredadores genera problemas. Los animales infunden miedo. Los osos vienen a los árboles frutales de los pueblos, a veces buscan comida en la basura y destruyen las colmenas. La ganadería extensiva puede sufrir la presencia de los lobos. Y es precisamente el ganado vacuno suelto en la montaña o los rebaños de ovejas con pastores que en principio producen la pieza de carne de producción más circular que existe. Es una forma de vida que debemos proteger. ¿Hay que cazar los osos y los lobos? Prefiero que no. Pero tenemos que infundirlos un gran miedo a los humanos y los perros. Por mí, hay suficiente espacio para los osos y lobos. 

A través de la ventana detrás de mi ordenador veo El Pajariel y los Montes Aquilianos. Que allí andan lobos y al menos un oso, me da una sensación infantil de excitación e ilusión. ¡Es fantástico!  


sábado, 24 de septiembre de 2022

El ejemplo alemán 2: Tratando con el pasado

Es una tarde cálida de agosto. Estamos sentados en una terraza a lo largo del Rin en Bonn con nuestros amigos alemanes para celebrar nuestra última noche con una cena abundante. Alzamos los vasos de cerveza y brindamos en tres idiomas:
"Prost!" "Proost!" "¡Salud!"

Estamos hablando de la imagen de nuestros países en Europa. Les cuento que en el pasado, durante nuestros viajes de Interrail, siempre dejábamos claro que no éramos alemanes sino holandeses, porque teníamos la impresión de que todavía había mucho resentimiento contra los alemanes en Europa. Pero que hoy día tengo la idea de que son los holandeses que son mucho menos populares, sobre todo en los países del sur de Europa. Nuestros amigos alemanes dicen que a veces sintieron cierta hostilidad durante sus visitas a los Países Bajos. Entonces digo:
"Es así, algunos holandeses se unieron a la resistencia décadas después de la guerra, algo que en la mayoría de los casos sus padres no hicieron cuando realmente importaba. Pero lo que realmente hace muy bien Alemania es reconocer y disculparse por los crímenes del régimen nazi. En este sentido Alemania es un ejemplo para otros países”.
De repente siento unas lágrimas de emoción brotar de mis ojos. Rápidamente tomo un sorbo de cerveza y miro hacia el Rin, donde un barco avanza pesadamente hacia Rotterdam por el río con tan poca agua.

Mis emociones tenían mucho que ver con el viaje en tren de Düsseldorf a Bonn de unos días anteriores. Había arreglado que tomáramos un tren lento, que pasaría por Neuss, la ciudad donde mi padre había estado como trabajador forzado durante la guerra. Cuando pasamos por las interminables fábricas químicas allí, miré por la ventana y pensé en mi padre. ¿Cómo hubiera sido la situación entonces aquí? Un infierno, sin ninguna duda.

En toda Alemania hay monumentos y placas conmemorativas de las numerosas víctimas del régimen nazi. También para los trabajadores forzados. Pocos países están dispuestos a asumir la culpa de esa manera.

Los Países Bajos, por ejemplo. ¡Cuántos problemas tiene mi país con el reconocimiento de las páginas más negras de su historia! Solo a través de la presión de los descendientes de las víctimas esto está cambiando, pero durante años se mantenía en secreto la cruel y tan lucrativa trata de esclavos y la opresión y los crímenes de guerra en Indonesia.

España también tiene dificultades para procesar el pasado. Incluso hay una cierta tendencia a restar importancia a la opresión colonial y la Inquisición al señalar que las historias negativas son el resultado de "La Leyenda Negra", pregonada por los países protestantes para retratar a España bajo una mala luz. Lidiar con la guerra civil española y la dictadura de Franco también es un proceso doloroso. Durante demasiado tiempo ha sobrevivido el monumento a Franco El Valle de Los Caídos. Cuando el actual gobierno de izquierda quiso desmantelar el monumento, lo hizo en contra de la oposición de los partidos de la derecha. En España no es posible separar el procesamiento del pasado dictatorial de las contradicciones políticas actuales.
En este sentido, tanto mi país de residencia como mi país de nacimiento podrían tomar como ejemplo a Alemania.

Mientras tanto, ha oscurecido en Bonn. Después de la cena pesada, decidimos dar un último paseo por las orillas del Rin. Todavía hace calor y hablamos de temas ligeros, como dónde nos encontraremos la próxima vez: en Alemania, en Holanda o en El Bierzo.

Placa conmemorativa de los trabajadores forzados en las minas de Essen, Alemania


e
Estatua en Hoorn (Holanda) de Jan Pieterzoon Coen, quién cometió genocida de los habitantes de las Islas de Banda en 1621
(AQUÍ hay más información)












jueves, 8 de septiembre de 2022

El ejemplo alemán 1: Transporte público

El sol brillaba. Mirábamos por la ventana el paisaje que pasábamos, lleno de hermosos bosques y campos verdes. Y eso en el área del Ruhr que es tan densamente poblada, y donde la minería y la industria pesada habían causado previamente el sufrimiento natural. Volví a consultar google.maps en mi teléfono móvil. “Podemos hacer transbordo a otro tren en la próxima estación, pero también seguir a una después para hacer transbordo a un autobús que nos lleve más cerca de nuestra casa de huéspedes.” Ana me miró con una sonrisa. “¡Esto es libertad!” suspiré en voz alta. Ahora Ana se reía exuberantemente. Sabía exactamente lo que quería decir. Después de todo, lo había dicho muchas veces en estas vacaciones.

Este verano todo el mundo podría utilizar en Alemania todos los transportes públicos regionales por nueve euritos al mes. Tenía todo que ver con la guerra en Ucrania. La idea fue que así menos gente usaría el coche y por tanto gastaría menos energía y, además, era una compensación para los hogares que económicamente sufrían la inflación. Y eso dio una sensación de libertad: no esa molestia de comprar billetes; no tener que preocuparte por el precio. Fantástico.

Una medida similar se ha tomado recientemente en España. El gobierno ofrece grandes descuentos en abonos a trenes, autobuses y metros regionales. Me parece un buen plan.
Pero hay un problema para las regiones que aquí llaman la España Vacía y a las que también pertenece El Bierzo. ¡Casi no hay transporte público!

Como ciudadano de Ámsterdam conscientemente sin carnet de conducir, me impactó bastante cuando venía a vivir a El Bierzo y me di cuenta de que en Ponferrada no circula ni un solo autobús a las principales atracciones turísticas. Incluso Las Médulas, la principal atracción de El Bierzo, solo es accesible en coche y lo mismo ocurre con Peñalba de Santiago (uno de los pueblos más bonitos de España), la estación de esquí de Leitariegos y todas esas hermosas rutas de senderismo en el Alto Sil. Existe un plan para hacer circular un tren de vapor turístico por el valle del río El Sil por el norte. ¿Qué tiene de malo un tren normal?
Por cierto, el transporte público tampoco se usa mucho para viajar al trabajo. Yo mismo tuve una vez que rechazar un trabajo en León, la ciudad principal más cercana, porque era muy complicado y tomaba mucho tiempo viajar de ida y vuelta.

Bueno, es lo que pasa cuando emigras. A veces ganas algo, a veces pierdes algo. El transporte público puede ser mejor en los Países Bajos y Alemania que aquí en España, pero cuando teníamos nuestra primera comida española en un restaurante de camino a casa, inmediatamente estuvimos de acuerdo. En España se come mucho mejor.

Wuppertal