martes, 22 de diciembre de 2020

El tiempo pasado de pepino

Faltan unos días para Navidad. Esta mañana Ponferrada está envuelta en la niebla, como suele ser el caso en esta época del año. Esta vez no iré muy lejos para las compras. La Plaza, el supermercado, aquí mismo en la calle. Allí tienen de todo y también un gran personal que te hará sentir como en casa. La cajera Eva me saluda en voz alta tan pronto como entro. ‘¡Hola Rolán!’ ‘¡Hola Eva!’, respondo, pronunciando la letra v con una f fuerte, para mantener mi imagen del guiri del barrio.

Me pongo los guantes y los desinfecto con el gel que cuelga de la pared. Después, me pongo las gafas que hoy en día no llevo afuera porque se empañan en combinación con la mascarilla, especialmente con este tiempo neblinoso. Con un carrito de compras pequeño camino hacia el departamento de las verduras. ‘Pepino holandés’, leo. 

¡Qué extraño! Nadie aquí los come, ¿verdad? ¿Fueron colocados aquí especialmente para mí? Leo el origen en la etiqueta. España. La verdad es que me gusta más el tipo de pepinos que comemos en Holanda que los pepinos secos del variante español. La ensalada de pepino que solíamos comer en la casa de mis padres, con cebolla picada y un poco de vinagre, aceite y pimienta, es deliciosa. Por motivos nostálgicos pongo el pepino en el carrito.

Una vez en casa decido buscar algo más de información sobre los pepinos holandeses del suelo español.  En Google las palabras pepinos holandeses me llevan a varios artículos sobre las protestas de los agricultores andaluces contra los bajos precios de, entre otras productos, los pepinos holandeses cultivados en España. Una foto muestra a los agricultores furiosos que arrojan los pepinos a la calle.

Una de las causas de los bajos precios son los invernaderos ultramodernos de los Países Bajos. Hoy día, allí se producen pepinos durante todo el año, contra lo cual los agricultores andaluces, con sus invernaderos menos sofisticados de plástico, no pueden competir. Las exportaciones hacia los Países Bajos y Alemania se han estancado. Esto, por supuesto, explica por qué los pepinos aparecen de repente en un supermercado del barrio en Ponferrada.

Lentamente se me ocurre por qué puede haber aparecido el artículo tan extenso en El País titulado: 'Los Países Bajos: hacia el liderazgo y la difusión mundial de la agricultura circular', que es sobre todo un elogio de los métodos de producción agrícola en los invernaderos holandeses , donde se están llevando a cabo una agricultura completamente circular. (AQUÍ se puede leer el artículo)



Encima del artículo estaba escrito: Publicidad. ¿Será que el gobierno holandés financia una campaña para dar a conocer esta iniciativa en España? ¿Y por qué será eso? ¿Quizás para pulir la imagen de Holanda, que ya ha recibido bastantes mordiscos en los últimos años y ahora sufre de las protestas de los agricultores contra los productores holandeses? Pero en este caso no deberían usar la palabra liderazgo, que no muestra mucha modestia.

Decido buscar en google el escritor español del artículo publicitario. Lo encuentro en Facebook y le hago esta pregunta a través del chat: ‘¿Por qué el gobierno holandés quiere que los lectores de El País sepan que Holanda jugará un papel de liderazgo en la innovación de la agricultura?’ Para mi sorpresa, responde casi de inmediato. ‘Se trata de un ejemplo de cómo se pueden hacer cosas bien hechas en esta materia y colaborar entre países. Ese es el objetivo.’ Todavía sin saber mucho, le agradezco por su rápida respuesta. Entro en la cocina y empiezo a preparar una ensalada de pepino holandés. Justo como antes. Y no puedo evitar pensar en aquel divertido acertijo de mi infancia: ¿Cuál es el tiempo pasado de pepino? ¡Pues, pepiné!*


*En holandés el juego de palabras es diferente, desde luego. La palabra para pepino es komkommer, que se parece al verbo komen (venir). El tiempo pasado de komkommer (vengovenedor), es kwamkwammer, vinovinodor. Vale, se pierde algo en la traducción.