miércoles, 22 de noviembre de 2023

Un buen comienzo del fin de semana

Es viernes por la tarde. Con mi bolsa llena de compras para la cena, bajo las escaleras desde la parte alta de la ciudad hasta el barrio donde vivimos. Oigo gritos y alguien que hace sonar un silbato de manera muy molesta. Estoy confundido por un momento, pero pronto me doy cuenta de lo que se trata. Son los manifestantes. Están enfrente de la sede del PSOE para protestar contra la ley de amnistía.

Por curiosidad, me desvío de la ruta más corta a casa para ver la manifestación. En Madrid, los jóvenes amotinados están causando problemas en manifestaciones similares, donde no se evitan los símbolos nazis. Las cosas están bastante tranquilas aquí; un pequeño grupo de personas envueltas en banderas españolas hace mucho ruido pero nada más. Aún así, pienso: ¿De dónde sale tanto fanatismo? De todos modos, eso es lo que pensé de los manifestantes catalanes para la independencia en 2017 también. Este guiri no tiene de veras una opinión sobre el tema Catalunya. ¿Pero de donde sale este orgullo nacionalista de los catalanes y de los manifestantes aquí? Por cierto, el lugar donde alguien nace no es ningún mérito propio, aunque sí es suerte si naciste en la Unión Europea y no en uno de los países asolados por las guerras, la pobreza y las peores consecuencias del cambio climático.

Mientras camino de regreso a casa, mis pensamientos se dirigen automáticamente a las elecciones que tendrán lugar en los Países Bajos esta semana. También allí participan algunos partidos muy nacionalistas; ni siquiera es imposible que el partido del notorio Geert Wilders será el partido más votado. Hay también un partido nuevo con bastante apoyo que quiere reformar el sistema electoral para convertirlo en un sistema de distritos, con la idea que esto haría disminuir la distancia entre los políticos y la gente y pondría fin al enorme número de partidos políticos que participan en las elecciones neerlandeses (¡26!). Pero como alguien que vive en un país donde existe tal sistema, digo: "¡Qué no lo hagas!" Parte de los problemas políticos de España derivan del sistema de distritos, que ha creado dos bloques políticos irreconciliables rodeados de partidos territoriales de los cuales casi siempre depende un gobierno. 

Cuando estoy cerca de casa, me olvido de todas las preocupaciones políticas. ¿Cómo preparará Ana el rape que acabo de comprar? Con una botella de vino bueno y nuestra música favorita de fondo, este será sin duda el comienzo de un fin de semana maravilloso. No está nada mal ser europeo. 




jueves, 26 de octubre de 2023

El mundo exterior tan peligroso

Siempre que estoy en Ámsterdam, voy en bicicleta por el Jacob van Arteveldestraat, la calle dónde pasé toda mi juventud, para recordar el pasado. La calle ha cambiado drásticamente. El edificio donde estaba nuestra casa ha sido reemplazado por una nueva construcción que, espero, resistirá la prueba del tiempo mejor que los bloques de viviendas baratas de la década de 1950. Sin embargo, algunas cosas siguen iguales. El canal donde mi padre pescaba a menudo. El edificio de nuestra antigua escuela primaria, que ahora alberga un gimnasio y una mezquita.
El nuevo bloque residencial de nuestra casa mantuvo la misma numeración y altura, por lo que siempre puedo mirar hacia donde una vez estaba nuestro balcón, en el tercer piso de la casa número 7. Allí vivíamos con la familia con tres hijos. Allí estaba el reino de mi madre, que habría cumplido 100 años exactamente hoy, el 27 de octubre.

No fue una aventurera, mi madre. Prefería quedarse en casa e incluso unas vacaciones en los bosques holandeses suponían todo un reto para ella. Que yo sepa, sólo había estado en el extranjero una vez, que fue durante unas vacaciones en el este del país cuando puso un pie al otro lado de la frontera. Ah, sí, creo que en su juventud también había estado en el puerto de Amberes con el barco de sus padres.

Quizás su infancia había sido demasiado turbulenta. Creció en un barco, primero de vela y luego de motor, con sus dos hermanas y hermano. Como resultado, tuvo que ir cada vez a una escuela primaria diferente por donde el barco estaba. La compra de un barco a motor por parte de mi abuelo justo antes de la depresión de los años 30 resultó ser una decisión equivocada. Después de la quiebra, la familia se mudó a una casa de una habitación en Ámsterdam. Mi abuelo tenía que hacer cola cada día para poner un sello y recibir beneficios y mi madre trabajaba como sirviente de limpieza en algún lugar. Nunca asistió a la escuela secundaria. Los años de guerra le hicieron la vida aún más difícil, con su prometido en el servicio militar, luego prisionero de guerra y después en Alemania como trabajador forzado. 

Así, en los años 50, la casa de Jacob van Arteveldestraat se convirtió en su pequeño paraíso, donde estaba a salvo del mundo exterior tan peligroso y podía preparar sus deliciosas comidas holandesas y llevar la casa. Los logros materiales de la sociedad de bienestar fueron aceptados felizmente, pero a veces mi madre tuvo más dificultades con los cambios de mentalidad de los años 60 y 70. La revolución sexual y la emancipación de la mujer parecieron cuestionar su condición de ama de casa trabajadora, de la que estaba tan orgullosa. A veces meneaba la cabeza llena de canas prematuras y decía: "Parece como si el mundo entero se había vuelto loco". 

Más tarde en su vida se adaptó a los nuevos tiempos. Por ejemplo, apreciaba las comidas extranjeras que yo le servía (aunque las patatas hervidas seguían siendo sus favoritas) y se llevaba muy bien con los empleados de origen extranjero que venían a su casa como ayudantes a domicilio. Ella no vivió mi traslado a España. No sé qué habría pensado de eso, pero casi puedo ver su pelo gris moverse. Ella tampoco vivió la muerte prematura de mis dos hermanos, quizás afortunadamente.

Bueno, parece que a medida que las personas envejecen, empiezan a parecerse cada vez más a sus padres. A veces yo también sacudo la cabeza cuando veo cómo van las cosas en el mundo. Algunos políticos actuales se parecen demasiado a los dictadores que durante la juventud de mi madre arrastraban Europa en un espiral de violencia y aniquilación. En estas ocasiones hago eco de mi madre: "Parece que el mundo entero se ha vuelto loco."

Mi madre y yo


martes, 3 de octubre de 2023

Como voy a celebrar mi 65 cumpleaños

Miércoles 4 de octubre. El momento ha llegado. ¡Cumpleaños! Durante mucho tiempo tuvo un sonido casi mágico: sesenta y cinco años. Pero donde antes esperé una línea divisoria clara entre mi vida laboral y mi jubilación, ahora parece que entro en una vaga situación de transición. Oficialmente, 67 es la edad en la que se supone que debo dejar de trabajar, pero no me veo haciendo eso. Creo que puedo mantener el ritmo al que doy mis clases de holandés en línea durante bastantes años. Hoy también será un día de trabajo.

Otra cosa que ha cambiado. Mi cumpleaños solía anunciar el comienzo de la temporada de invierno. Cuando era todavía muy pequeño, en octubre encendimos nuestra estufa de carbón por primera vez. Como me gustó mirar las primeras llamas. En mi cumpleaños pude elegir la cena y normalmente era algo típico de invierno: un estofado de chucrut o kale con salchicha ahumada. Quizás hoy también preparé algo semejante. Con chucrut de bote. Debido a los hábitos alimentarios españoles, esto será sobre las tres de la tarde. Y en lugar de salchicha ahumada con salchichas veganas. La salchicha ahumada holandesa no se puede comprar aquí en Ponferrada. En cualquier caso, no debo comer embutidos para evitar que aumenten mis niveles de colesterol. Además, por supuesto, hay el cambio climático. Razones suficientes para reducir significativamente el consumo de carne.

Sin ninguna duda, este será el cumpleaños más cálido de mi vida. Probablemente unos treinta grados durante el día. No, queridos holandeses, eso no es normal aquí en el norte de España. Esas son las temperaturas del verano. La política no parece preocuparse demasiado por este problema. El nuevo ayuntamiento de Ponferrada se posiciona reduciendo y repavimentando la zona peatonal.  A los medios de comunicación y a los políticos nacionales sólo les preocupa la amnistía o no para los políticos catalanes que organizaron el referéndum. El nacionalismo nunca ha resuelto ningún problema real.

Esta noche a las siete me voy a café Gijón aquí en el barrio para ver el partido del Feijenoord contra el Atlético de Madrid mientras tomo unas cervezas. Sí, queridos amigos del fútbol de Ámsterdam, hoy en día prefiero ver jugar al Feijenoord (de Róterdam) que al Ajax. Y luego a casa, donde mi esposa Ana me preparará una cena de cumpleaños. No vegetariana, pero probablemente con un alto contenido de omega-3, para que cumpla muchos más.





lunes, 18 de septiembre de 2023

El campo de los ciervos de mi padre

¿Puede un perro mirar sorprendido? Me pregunté eso cuando mi padre se despidió de nuestro perro Rakker de una manera un poco dramática. “Quédate aquí, Rakker, porque haces mucho escándalo cuando hueles un animal”, dijo, mientras acariciaba la cabeza del fiel animal. Luego salimos de la cabaña y cerramos la puerta detrás de nosotros, dejando al perro desconcertado con mi madre, que todavía dormía en la cama.

El plan para esa caminata temprana venía del día anterior. Durante nuestro paseo por los densos bosques, de repente nos encontramos con un campo abierto con altas plumas de hierba marrón. “Un campo de ciervos”, dijo mi padre. "Si vienes aquí al amanecer, seguramente verás un ciervo o un corzo." "¿Vamos a hacer eso mañana temprano?", pregunté con entusiasmo. “No seáis tontos”, dijo mi madre, que no era tan aventurera. Pero mi padre asintió con la cabeza.

Y así partimos. Incluso cerca del camping no se veía tan temprano a ningún caminante o ciclista. A medida que nos acercábamos al claro, comenzamos a susurrar e incluso a caminar un poco de puntillas. Desde el borde del bosque contemplamos el campo. Llegó una liebre, que caminó hasta la senda que atravesaba el claro y se dio un baño de arena. Se arrojó por el sueo de espaldas, mientras el sol rojo salía detrás de ella. Una vista hermosa. Pero no vimos ningún ciervo. Ligeramente decepcionados, seguimos caminando por el borde del bosque; no se podía saber si surgiría otro animal. De repente escuchamos un ruido proveniente de unos arbustos. Una cabeza de una cierva apareció entre los arbustos a pocos metros de nosotros. La cierva soltó un sonido con los labios. Y se escapó. Un crío la siguió. Fue la experiencia con la vida silvestre más maravillosa de mi vida.

Y hoy día, cuando salgo a caminar desde Ponferrada, casi siempre camino hacia un claro aquí en lo alto de la cresta de El Pajariel. El campo de los ciervos de mi padre, lo llamo. Una vez vi un corzo caminando por allí. Que yo sepa, en El Pajariel no hay ciervos. Cada vez que estoy allí, pienso en aquel momento con mi padre en los bosques del este de Los Países Bajos, hace unos 52 años.



sábado, 5 de agosto de 2023

¡Por fin!

¡Por fin me han confundido con un español! Bueno, esa no fue la primera vez. Pero esa primera vez no cuenta de veras, porque fue en el extranjero, durante nuestra luna de miel en Vietnam. Cuando una recepcionista de un hotel en Hanoi me preguntó dónde vivía y le respondí orgullosamente, 'Spain', exclamó con entusiasmo:
'You're Spanish! I love Spain!! I love Cristiano Ronaldo!!!'
Al menos ella pensaba que yo era tan español como Cristiano Ronaldo, con quien de todos modos tengo bastante en común.

Pero ser confundido con un español aquí en El Bierzo nunca había sucedido antes. ¿Cómo reconocen el guiri en mí tan rápido? De vez en cuando las personas me piden indicaciones en la calle, pero cuando las miro, noto que inmediatamente se arrepienten de haberse acercado a mí para esto.

Pero hace poco caminé después de un largo paseo hacia el centro por una calle que forma parte del Camino de Santiago. Una anciana con una carta en la mano estaba parada en una puerta.
‘Señor, ¿puede ayudarme? He recibido esta carta y no la entiendo en absoluto’.
Era su factura mensual de la compañía de agua, al parecer, con un montón de números y especificaciones. Esperé un momento a que se diera cuenta de que estaba tratando con un extranjero, pero no parecía darse cuenta. No dejaba de repetir que no entendía nada. Hice un intento de aclarar.
‘Es la factura mensual del agua. Mira, aquí está lo que has usado y creo que esa es la tasa y realmente no sé nada más.’
Sacudiendo la cabeza, escuchó mi explicación y susurró:
‘No entiendo nada.’

Entonces llegó el momento de mi salvación. Una pareja más joven vino de la casa contigua a la de ella. Al parecer, eran sus vecinos, pues la saludaron amablemente.
‘¡Buenos días, señora Fernández!’
Para mi consternación, la señora Fernández no continuó la conversación sobre la factura del agua con sus vecinos, sino que les devolvió un breve saludo, esperando aparentemente con impaciencia a que los dos se alejaran antes de volverse hacia mí:
‘No entiendo esta carta. "¿Sabes lo que debo hacer ahora?’

Traté de aclarar la información y finalmente la indiqué el número de teléfono que figuraba al pie de la carta. Luego nos despedimos. Cuando miré hacia atrás, vi que todavía estaba con la carta en la mano en la puerta, sacudiendo la cabeza. ¿Estaría esperando a otro transeúnte inocente, solo para tener una pequeña charla? ¡Claro que no! Se quedó allí digiriendo toda la información útil que acaba de recibir de un Berciano. Satisfecho, caminé a casa.



miércoles, 19 de julio de 2023

Salir del armario

Es miércoles por la noche. Un debate electoral está en marcha en la televisión entre los líderes de tres partidos políticos. Habla Abascal, el líder del partido de extrema derecha Vox. Una vez más me sorprende cómo sus puntos de vista coinciden con los de los estudiantes saudíes que tuve el año pasado. Debido a que estudiaron medicina en los Países Bajos, tenían que poder escribir un ensayo en neerlandés sobre los dilemas éticos en la sanidad. En su mayoría eran musulmanes ortodoxos y por tanto, como Vox, contra el aborto, en favor de la familia tradicional, contra la eutanasia y contra la transición de género. Lo raro es que Vox pretende querer parar la islamización de la sociedad española. Pero sus puntos de vista sobre las libertades individuales, la sexualidad, la emancipación de la mujer y la homosexualidad son muy similares a los del régimen de Arabia Saudita. Ah, y la transición energética debería abolirse, según Abascal. ¿Pero no beneficiaría eso solo a los países productores de petróleo, en su mayoría árabes? 
Oye, espera un minuto. 
Observo con más atención al líder político de Vox. Lo sé; no debes juzgar a una persona por su apariencia. Pero tiene exactamente la misma barba que mis estudiantes saudíes. No puedo quitarme esta fantasía de la cabeza. Vox gana las elecciones por un amplio margen. Abascal pronuncia su discurso de victoria ante una multitud que lo vitorea. Sale del armario. Declara que a partir de ahora España volverá a llamarse Al-Ándalus.





domingo, 9 de julio de 2023

¡¡Pero no en mi viña!!

‘Estoy buscando un buen vino tinto, joven y suave, del Bierzo por supuesto. ¿Cuál me puedes recomendar?’
El dueño de mi favorita tienda de vinos El Salgueral mira vacilante su extensa colección y luego saca una botella de un estante. Cepall. Un viejo conocido.
Mientras pago, mis ojos se posan en una pila de folletos sobre un barril de vino vacío. El vendedor de vino ve eso.
‘Coge uno; se trata de los megaproyectos de energías alternativas que quieren llevar a cabo en El Bierzo. La asociación de comerciantes del centro histórico se declara en contra.’
Por un momento me pregunto si voy a decir algo. Soy un partidario convencido de la transición energética. Pero el tema aquí es delicado. Tomo el folleto superior de la pila y digo:
‘Lo leeré.’

Mientras desciendo del centro histórico a mi propio barrio con la bolsa de la compra al hombro, trato de pensar por qué son precisamente las turbinas eólicas y los paneles solares los que despiertan tanta resistencia. Incluso hay personas que son capaces de molestarse con los parques eólicos o solares mientras corren por el paisaje con su coche de gasolina a una velocidad de 120 140 km/h en una autopista de cuatro carriles. Claro, no son bonitos, pero tampoco lo son otras instalaciones necesarias. Y la importancia de la transición energética es más clara que nunca en este año cálido y seco, incluso con la molestia del humo de los incendios forestales en Canadá.
Cuando llego a casa, leo el folleto antes de sacar las compras de la bolsa. No están en contra de la transición energética, pero están en contra del plan de instalar grandes parques solares en las viñeras. Y eso para no afectar el valor turístico de la zona. Vale, es un argumento muy válido.

No hay duda de que se debe considerar cuidadosamente dónde se ubicarán los parques solares y eólicos. Donde la agricultura ya extrae demasiada agua del medio ambiente, los parques solares podrían ser una adición bienvenida a los ingresos de los agricultores. Aquí en El Bierzo hay muchas crestas montañosas desnudas y ventosas donde fácilmente se podrían colocar turbinas eólicas sin tener un impacto demasiado grande en la agricultura, la naturaleza y el turismo. 

Si dudas de esto último, te recomiendo una visita al precioso pueblo de San Facundo, aquí en El Bierzo. Allí podrás dar un fantástico paseo circular por arroyos frondosos y luego darte un chapuzón en el agua helada de una playa fluvial bien cuidada. Luego tomas asiento en el jardín del restaurante local. Y mientras tanto, en algún lugar por encima de ti en la cresta, las turbinas eólicas producen la energía necesaria para enfriar la cerveza y preparar la comida que estás a punto de pedir.
La entrada de San Facundo. 
Al fondo tres turbines eólicos.



San Facundo





lunes, 12 de junio de 2023

La voz del pueblo

Estamos en Alba de Tormes, un pueblo cerca de Salamanca. El buen tiempo nos hace decidir tomar asiento en una terraza agradable en la Plaza Mayor. Es imposible ignorar la pancarta en la balaustrada de un balcón.
'¡Vota Vox!’, grita la pancarta. Y luego sigue el juego de palabras: ‘En Alba de Tormes no se vota, se voxtea.’ Como es característica de los partidos populistas, Vox pretende hablar en nombre del pueblo entero.
Nos sorprende la presencia rotunda de esta propaganda política en la plaza principal del pueblo. En ningún otro lugar hemos visto algo semejante de ningún partido político. Tampoco estamos del todo seguros de si está ahí por las recientes elecciones municipales o por las próximas elecciones nacionales de julio.
Lo que deja clarísimo la pancarta es la aceptación de la extrema derecha. Hace muy poco, España era uno de los pocos países donde el populismo de derecha apenas parecía tener apoyo. ¡Y mira ahora! Vox ya está en el gobierno de nuestra autonomía Castilla y León. Bien podrían terminar en un gobierno de coalición nacional después de las elecciones de julio. ¿Qué pasará con la tan necesaria transición energética? ¿Y con la ley del aborto? ¿Se nos quitaría el derecho a una muerte digna a través de la eutanasia? Son tiempos preocupantes.
Afortunadamente, la camarera sale del café con una copa de vino blanco y una copa de vino tinto en su bandeja. Deben ser para nosotros.

viernes, 2 de junio de 2023

Deseo sin desesperación




Hoy, El Pajariel está envuelto en niebla. ¡Cómo me gustaría estar allí! La niebla que amortigua todos los sonidos. La visibilidad limitada que hace que el bosque sea aún más misterioso. No hay nada más hermoso que un corzo vadeando lentamente a través de las nieblas bajas porque se cree no observado. Pero no puede ser. Una vez más maldigo mi lesión. El partido de fútbol con mis antiguos compañeros durante mi visita a Ámsterdam me dejó, además de un hueso roto en la mano, con una rodilla dolorida. Ya va un poco mejor. Pero bajar y subir sigue siendo difícil, incluso aquí en la escalera del edificio. Significa el final definitivo de mi carrera futbolística, me temo. Pero en cuanto pueda, intentaré de nuevo subir una montaña. La primavera es demasiado hermosa para pasar desapercibida.

sábado, 20 de mayo de 2023

Emisiones

Mientras estoy sentado aquí en nuestra habitación frente a mi ordenador pensando sobre un tema para mi próxima opinión de un guiri, oigo una voz proveniente de un altavoz en la calle. Esta vez no es el vendedor de patatas. Ni el afilador de cuchillos. Es un coche electoral de la UPL, que significa la Unión del Pueblo Leonés. “¡Prometemos acabar con la zona de bajas emisiones de Ponferrada!”, resuena por la calle.

Sí, se acercan las elecciones municipales y como extranjero residente en Ponferrada puedo votar. Hasta ahora, nunca en mi vida he dejado pasar la oportunidad de votar, excepto tal vez en algún referéndum extraño en los Países Bajos. Y hay muchas cosas locales de las que preocuparse, como la zona de bajas emisiones, de la que soy un gran partidario. Un barrio suele mejorar mucho cuando el tráfico de coches está limitado. El alcalde actual y su gobierno quieren hacer del centro de Ponferrada una zona de bajas emisiones y han limitado el tráfico motorizado en algunas calles alrededor del mercado y por supuesto se aseguraron de que la obra, que causó bastantes molestias, se terminara justo antes de las elecciones. El barrio ahora se ha vuelto mucho más agradable. Caminé al mercado esta mañana para comprar algunos espárragos blancos frescos y una calle que antes procuré evitar debido a la acera estrecha con coches que pasaban muy cerca, ahora era fácilmente transitable. Esperemos que algunas tiendas y restaurantes más se establezcan allí ahora.

Por extraño que parezca, los comerciantes locales se oponen a la zona de poco tráfico. Piensan que perderán clientes si la gente ya no puede aparcar justo en frente de su puerta. Eso me parece una tontería. El hecho de que tantas tiendas tengan que cerrar en las calles de Ponferrada es, creo, totalmente debido al gran centro comercial cubierto en las afueras de la ciudad y la tendencia a comprar online cada vez más. El centro de Ponferrada, por tanto, debe hacerse atractivo para unas horas agradables de compras en pequeñas tiendas con bares y restaurantes alrededor y aparcamientos al lado del centro, que por cierto ya hay. Creo que la oposición a la zona de bajas emisiones es principalmente de naturaleza ideológica y sentimental. Para muchos, el coche sigue siendo la vaca sagrada y la más mínimo insinuación de que el tráfico motorizado afecta la calidad de vida a través de las emisiones de gases, la contaminación acústica y la seguridad vial, encuentra resistencia. Algunos partidos políticos se aprovechan de estos sentimientos.

Y de repente lo sé. Voy a votar por el alcalde actual el domingo 28 de mayo. Mira que bien. Pensé que toda esa propaganda política en las calles no servía para nada, pero esta vez ha hecho que un vacilante eterno decida por quién votar.



miércoles, 29 de marzo de 2023

Las tres etapas de la migración

Ahora que mi trabajo principal es enseñar holandés online, a menudo hablo con mis alumnos sobre lo que es dejar tu propio país y establecerte en un entorno nuevo con una cultura y un idioma diferentes.
Los refugiados de veras, que han tenido que abandonar su país debido a una guerra o la opresión, no tengo como estudiantes. Las lecciones de holandés se organizan para ellos en los centros de acogida de refugiados. Sin embargo, llama la atención cuántos de mis alumnos tienen grandes dificultades con los regímenes de su país, como los que vienen de Rusia, Irán, Turquía, China y Bielorrusia. 

La mayoría de mis estudiantes son los llamados ‘expats’, los expatriados, una palabra que se usa para los trabajadores inmigrantes mejor pagados. A menudo trabajan en la tecnología moderna, por lo cual están acostumbrados a comunicarse en línea. También tengo como estudiantes algunos emigrantes por amor, con los que tengo aún más en común.
Con base en mis propias experiencias y las de mis alumnos, veo estas tres etapas de la migración (voluntaria).

Etapa 1: el primer enamoramiento
Todo es nuevo. Hay tanto por descubrir. Esta etapa ya comenzó para mí durante mis vacaciones en España. La comida, el clima, la naturaleza, el idioma y por supuesto la gente agradable y comunicativa hicieron de España mi principal destino de viaje. Durante los primeros años que vivía aquí me mantuve en esta etapa dichosa, porque instalarse en algún lugar es una aventura completamente diferente a estar de vacaciones.
Mis alumnos conocen el mismo sentimiento. Al principio están muy entusiasmados con las hermosas ciudades holandesas, la abundancia de vegetación, la amplia oferta cultural y la pequeña escala de las grandes ciudades, donde la bicicleta y los pies son los principales medios de transporte.

Etapa 2: la duda
Después de unos años, inevitablemente surgen las primeras dudas. Y la nostalgia. De repente ves las desventajas de vivir en tu nuevo país. Aprender el idioma no va tan rápido como pensabas. Empiezas a echar de menos a cosas. En mi caso concreto, esa es mi libertad de movimiento, que aquí está mucho más limitada porque el transporte público es escaso y andar en bicicleta equivale a jugarse la vida. No, todavía no tengo licencia de conducir. También me enfrenté a las imperfecciones del mercado laboral español. 
Mis alumnos siempre mencionan el clima húmedo y ventoso de los Países Bajos como primer problema, seguido de los carísimos restaurantes holandeses con esas inevitables patatas fritas con mayonesa. Y luego, por supuesto, hay esa lengua tan difícil. En la etapa 1 todavía pueden arreglarse con el inglés, pero cada vez más ven la necesidad de mejorar su holandés para poder comunicarse con los holandeses incluso en las últimas horas de una fiesta.

Etapa 3: en casa
Y en algún momento has llegado completamente en tu nuevo país. Te sientes como en casa. Los jóvenes entre mis alumnos pueden ser capaces de llegar a esta etapa, donde yo mismo, por mucho que lo desea, nunca llegaré. Tal vez era un inmigrante demasiado mayor para integrarme completamente o estaba demasiado ocupado con las clases de holandés e inglés para aprender a hablar bien el español. Soy y seré un outsider, un guiri, que contempla con extrañeza las cosas que me rodean. De todos modos, eso significa al menos que puedo continuar con mi blog Opiniones de un Guiri por el momento.
Al lado del río Sil en Ponferrada

martes, 7 de febrero de 2023

Peregrino por un día

 Sábado 4 de febrero. Es un hermoso día de invierno. Por la noche hace frío. El sol brilla durante el día. Voy a recorrer una etapa del Camino de Santiago. Desde casa al precioso pueblo de Villafranca. En casa frente al espejo me hago un selfie.

En realidad, me hubiera gustado caminar una etapa diferente. En el autobús hasta Villafranca y de allí a pie, entre la nieve, hasta O Cebreiro. Allí dormir en el albergue de peregrinos. Pero es imposible. Cuando ayer saqué mi mochila grande del sótano, dejé un rastro de granos negros sucios. Mi buena mochila vieja, con la que había tenido tantas aventuras, se estaba deteriorando por la parte de atrás. Traté de restaurar y limpiarla. Mi buena y fiel mochila ahora se está secando en el balcón. 
En mi mochila pequeña no cabe un saco de dormir, una toalla y los zapatos extra. Así que caminaré por la etapa un poco menos espectacular de Ponferrada a Villafranca. Y luego de vuelta en autobús.

No es realmente la temporada de peregrinación. Al principio adelanto a algunos americanos muy cargados. Están hablando de mercados financieros, por lo que oigo. Pero en cuanto salgo de las afueras de Ponferrada, soy el único peregrino. 'Buen camino', dicen muchos españoles que encuentro.
Lo que me llama la atención es que de repente hay muchos zorzales alirrojos en El Bierzo. Nunca los había visto aquí antes. En los Países Bajos, estos son visitantes de invierno. Aparentemente aquí también. Para las personas que no saben cómo es un alirrojo, tomo una foto del animal. 
En Cacabelos tengo un descanso breve en una terraza. Decido pedir una tónica con un trozo de tortilla. Es una de las mejores tortillas que he comido últimamente. Todavía un poco crudo por dentro. Delicioso. Eso es lo que le digo a la mujer del bar. “Por supuesto”, dice con el debido orgullo, “las preparo frescas todas las mañanas”.
Es invierno, pero también primavera. Los corderos ya están en el pasto. La temperatura está subiendo. Es la hora de quitarme el abrigo.
Camino por los viñedos. Las bodegas han puesto sus nombres en carteles en sus campos. A veces parece un poco como si las cepas estuvieran bailando mano a mano en una larga hilera.
La ruta pasa por Valtuille de Arriba. A pesar de que aquí se produce mucho vino, el pueblo está medio abandonado y ruinoso. Pero también hay algunas casas que han sido bellamente restauradas.
Cuando veo la cabaña blanca con los tres pinos, sé que falta poco. Los recuerdos emergen. Aquí Ana y yo estuvimos una vez en una fiesta hipster con mucho baile y vino. Luego dormimos en un campin cercano.
Y ahí está Villafranca. La Puerta de Perdón de la Iglesia de Santiago. Aquí los peregrinos que no llegan a Santiago de Compostela por enfermedad o lesión pueden recibir el perdón de sus pecados. No voy a llegar a Santiago. Ya me duelen los pies. Pero tampoco he pecado mucho últimamente.
Ampliamente a tiempo en Villafranca para coger el autobús de las cinco y tomar algo en la plaza. La caña está bien merecida y me como un cuenco de Caldo Berciano con ella. La sopa local con patatas y repollo. Me siento cansado y satisfecho. Era una caminata hermosa.


lunes, 23 de enero de 2023

Nominado

Es viernes por la noche. Camino por el centro comercial de Ponferrada. Hay mucha gente. No, no voy a hacer shopping. Voy al cine y eso solo se puede hacer aquí. Qué bonito sería si hubiera un cine en el centro de la ciudad y se podría después de la peli disfrutar de algo para picar en uno de los bares. Eso también es posible aquí en el centro comercial, pero solamente si te gustan las hamburguesas, las pizzas, los döner kebabs o los tacos de las conocidas cadenas de comida rápida.

Voy a ver una película que ya quería ver desde hace tiempo: As Bestas. Ana no quería ir por la violencia que se da en ella.
- ‘Tengo miedo de que después nunca más quiero ir a los pueblos de montaña,’ dijo.
- ‘Las películas muestran las excepciones. La mayoría de la gente es realmente pacífica,’ objeté.
La verdad es que la película está basada en hechos reales. En la década de 1990, una pareja holandesa inició un pequeño negocio agrícola en una aldea gallega. Esto provocó tensiones con una familia local, que se salió de control tanto que el holandés fue asesinado. Había leído en El País la entrevista impactante a la viuda, que aún vive en esa aldea.

Cuando entro en la sala, veo que está bastante llena. Eso tiene que ver con el orgullo local. La película se rodó en El Bierzo. Me siento y resignadamente miro a los avances y los anuncios tan aburridos que siempre hay. El tráiler de la película Savage Salvation está lleno de exaltación de la violencia. No es normal. Un mal ejemplo para la juventud. Como suele ocurrir con los avances, pienso: ‘Al menos no necesito ver esa peli’.

Comienza la película principal. El director ha optado por convertir a la pareja holandesa en una pareja francesa. Tal vez porque conocía a estos grandes actores. O porque el francés es mucho más fácil para el público español que esa lengua holandesa tan áspera. Una de las grandes ventajas de esta película es que no está doblada sino subtitulada. Los franceses hablan entre ellos francés y los gallegos gallego, como debe ser.

Estoy detrás de un grupo de personas mayores; paisanos, los llamaría Ana. Como suele ser el caso de las personas mayores en el teatro o el cine, piensan que están en un evento social. Proporcionan muchos comentarios durante la película. Al comienzo de la película, el hombre frente a mí sigue diciendo ‘claro’ cada vez que el hermano mayor de la familia gallega vuelve a decir algo inapropiado al francés. No ocurre mucho que alguien está de acuerdo con el malo de la película. Afortunadamente, deja de hacerlo cuando la situación realmente se sale de control. La amenaza y la violencia en esta película es realista y nada atractiva. Y por eso es tan aterrador.

Cuando en el camino a casa paso por la estación de autobuses, me siento un poco orgulloso. Aquí tuve lugar una de las escenas de As Bestas. La película me impresionó. Probablemente gane muchos Goyas. Y El Bierzo entonces compartirá el éxito. ¿Existe un Goya para el paisaje más bello que forma el fondo de una peli? El Bierzo lo ganaría gloriosamente. Ya me gustaría expresar mi gratitud a todas las placas tectónicas móviles que han hecho posible el paisaje montañoso tan espectacular.