miércoles, 22 de noviembre de 2023

Un buen comienzo del fin de semana

Es viernes por la tarde. Con mi bolsa llena de compras para la cena, bajo las escaleras desde la parte alta de la ciudad hasta el barrio donde vivimos. Oigo gritos y alguien que hace sonar un silbato de manera muy molesta. Estoy confundido por un momento, pero pronto me doy cuenta de lo que se trata. Son los manifestantes. Están enfrente de la sede del PSOE para protestar contra la ley de amnistía.

Por curiosidad, me desvío de la ruta más corta a casa para ver la manifestación. En Madrid, los jóvenes amotinados están causando problemas en manifestaciones similares, donde no se evitan los símbolos nazis. Las cosas están bastante tranquilas aquí; un pequeño grupo de personas envueltas en banderas españolas hace mucho ruido pero nada más. Aún así, pienso: ¿De dónde sale tanto fanatismo? De todos modos, eso es lo que pensé de los manifestantes catalanes para la independencia en 2017 también. Este guiri no tiene de veras una opinión sobre el tema Catalunya. ¿Pero de donde sale este orgullo nacionalista de los catalanes y de los manifestantes aquí? Por cierto, el lugar donde alguien nace no es ningún mérito propio, aunque sí es suerte si naciste en la Unión Europea y no en uno de los países asolados por las guerras, la pobreza y las peores consecuencias del cambio climático.

Mientras camino de regreso a casa, mis pensamientos se dirigen automáticamente a las elecciones que tendrán lugar en los Países Bajos esta semana. También allí participan algunos partidos muy nacionalistas; ni siquiera es imposible que el partido del notorio Geert Wilders será el partido más votado. Hay también un partido nuevo con bastante apoyo que quiere reformar el sistema electoral para convertirlo en un sistema de distritos, con la idea que esto haría disminuir la distancia entre los políticos y la gente y pondría fin al enorme número de partidos políticos que participan en las elecciones neerlandeses (¡26!). Pero como alguien que vive en un país donde existe tal sistema, digo: "¡Qué no lo hagas!" Parte de los problemas políticos de España derivan del sistema de distritos, que ha creado dos bloques políticos irreconciliables rodeados de partidos territoriales de los cuales casi siempre depende un gobierno. 

Cuando estoy cerca de casa, me olvido de todas las preocupaciones políticas. ¿Cómo preparará Ana el rape que acabo de comprar? Con una botella de vino bueno y nuestra música favorita de fondo, este será sin duda el comienzo de un fin de semana maravilloso. No está nada mal ser europeo.