lunes, 11 de junio de 2012

¡Fiesta!


Me pongo el pantalón negro holgado sobre mi vaquero. ¿Y estos zapatos? Van bien, ¿por qué no? Marrón, de cuero . No  de veras de aquellos tiempos, desde luego, pero tampoco desentonan. Encima mi camiseta me echo una chaqueta púrpura. Y ahora el toquel final: una cota de malla. Y un casco de guerrero . ¡Qué incomodo! Con este casco no puedo llevar mis gafas. Entonces, me las tengo que quitar. En aquella época la gente tampoco podía llevar gafas, ¿verdad? No solamente voy a parecer un soldado medieval, pero también voy a mirar como un medieval. Con mi cabeza inclinada hacia detrás por el tamaño, un poquitín demasiado grande, del casco entro el cuarto de estar. Suenan gritos entusiasmados  de mi pareja y de mi cuñada. Mi sobrina me mira un poco impresionada. Entonces, estoy listo para mi primera fiesta medieval.

¿Qué es lo que atrae tanto de la época medieval a los españoles? Hay un montón de fiestas, mercados, comidas y cenas medievales. Desde luego, los cascos históricos de los pueblos y ciudades españolas son muy apropiados para crear un ambiente medieval. Iglesias románicas, monasterios, portezuelas. El sonido de las voces y pasos siempre resuenan tranquilizadoramente en las calles estrechas. Para los hippies que rehabilitaban algunos pueblos abandonados en la montaña las fiestas medievales significan una oportunidad excelente para ganar dinero y reconocimiento social. A menudo ellos desempeñan el papel de acróbatas, trovadores, músicos, tragafuegos  y vendedores de joyas de piedras naturales.

Hasta ahora sabía evitar los festines medievales. Una vez teníamos el plan de participar en una cena medieval en el cercano monasterio de Santa María de Carracedo. Por eso nos dirigimos a una tienda de ropa. La pregunta de si tenían ropa medieval no causó ninguna sorpresa. Deberías probarlo en Ámsterdam. A mi querida pareja le parecía que yo tenía que ir como un monje. No, yo tampoco sé lo que quería decir con esto. Para mi alivio no tenían un hábito. Lo que si tenían era un traje de un trovador, pero el panty, que es parte imprescindible del traje, no nos convencía. Al final  decidimos, sobre todo por mi insistencia, ir a cenar en un restaurante agradable en el centro de Ponferrada.
Una vez, cuando estuvimos en el bonito pueblo de Espinoso de Compludo, el dueño del restaurante La Taberna nos dijo entusiasmado que cada primer domingo del mes organizaba cenas medievales con muchos espectáculos. ‘Puedes comer con tus manos,’ dijo con un resplandor travieso en sus ojos. Porque es una de las atracciones de las comidas medievales. La verdad es que ya a menudo utilizo mis manos cuando como. Decidimos comer en su restaurante un domingo normal en combinación con una caminata por el hermoso monte.
Durante la Noche de losTemplarios todo el casco histórico de Ponferrrada se transforma en una ciudad medieval. Todo el mundo lleva un traje templario con una capa y túnica blanca. Pero yo no. ¿Una capa blanca? ¡Nunca en mi vida!

Pero esta fiesta en la aldea de Carpio Bernardo va a ser mi iniciación. Tiene que ver con el hecho de que mi cuñada y cuñado son unos de los organizadores de la fiesta en honor de Bernardo delCarpio. Entonces, con mi hermosa dama andamos por la calle en dirección del terreno de la fiesta. Suena música de un salterio medieval. Hay una competición de arco. Y después de una bebida medieval, noto que estoy lentamente creciendo en mi papel del caballero miope. 



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