sábado, 25 de marzo de 2017

Copas y mujeres

El jueves pasado tomé mi café de la mañana en mi bar favorito del barrio: café Gijón. Busqué sobre la barra un periódico, El Mundo esta vez, y me senté en una mesa. Me llevaron el café con leche sin que tuviera que pedirlo; soy un fiel cliente.

Mis ojos se dirigieron hacia el titular del editorial: ‘Dijsselbloem debe dejar la presidencia del Eurogrupo’ Intuí malas noticias para un guiri holandés, a quien se pide a veces explicaciones por el comportamiento de sus compatriotas. Justamente parecía que Holanda por fin recuperaba un poco su buen nombre por no votar masivamente al populismo de la extrema derecha. En Facebook circulaba una petición de firmas para agradecer a los holandeses. Los españoles ya casi habían olvidado la patada de karate de Nigel de Jong en el mundial de 2010. Pero Jeroen Dijsselbloem, con su nombre impronunciable, lo estropeaba todo. Gracias Jeroen.

Seguí leyendo la opinión del editor de El Mundo, que se había enfadada tanto que letreaba mal el nombre de Dijsselbloem:
 
Casi no pude creer que Dijsselbloem había dicho eso. No estoy siempre de acuerdo con él; en mi opinión Europa debería haber estimulado la economía para combatir la crisis en vez de propagar recortes, pero no conozco a Dijsselbloem como un populista. Decir que los del sur gastan todo su dinero en copas me parece por dos razones erróneo: se bebe aquí menos alcohol (creo) y las copas son bastante más baratas. De las mujeres a quienes se puede gastar mucho dinero no sé mucho; soy un hombre felizmente casado.

Volví a casa para leer en el Internet lo que había dicho Dijsselbloem literalmente en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Era esto: ‘No puedo gastar todo mi dinero a copas y mujeres y después pedir a ayuda a usted. Este principio vale al nivel personal, local, nacional y europeo.’ (Ich kann nicht mein ganzes Geld für Schnaps und Frauen ausgeben und anschließend Sie um Ihre Unterstützung bitten. Dieses Prinzip gilt auf persönlicher, lokaler, nationaler und eben auch auf europäischer Ebene.)

Bastante diferente de lo que escribió El Mundo. Sus palabras me recordaban a lo que contestó el famoso futbolista inglés George Best cuando le preguntaban que había hecho con su fortuna: ‘Gasté mucho en copas, mujeres y coches rápidos, y lo demás malgasté.’ Efectivamente, George Best no es un hombre para prestarle tu dinero. Dijsselbloem si parece confiable con dinero. Seguramente no refería a sí mismo, cuando utilizaba la palabra ‘ich’ (yo). No me parece un juerguista. Utilizaba el yo para hablar de cualquier persona, aunque en el contexto se puede pensar que hablaba del sur, sobre todo cuando ya se odia a Dijsselbloem. Lo que El Mundo al menos pudiera haber puesto era una cita literal en vez de cambiar el contenido de sus palabras.

Por curiosidad miré lo que escribió El País, el gran competidor de El Mundo. En la sección Economía encontré una cita bastante adecuada:
 
Pero en otro artículo cambiaron de tono:
 Creo que nadie duda que se deba exigir que las ayudas europeas sean utilizadas de manera adecuada. Todos sabemos lo que pasó en Andalucía con los fondos de formación. Aquí en El Bierzo recibió el sector del carbón muchos fondos europeos, pero nadie sabe dónde este dinero ha ido. Seguramente hay en cada país ejemplos de proyectos absurdos financiado por la UE por falta de control y seguimiento. Se debe garantizar que el dinero público se invierte en infraestructura, educación, energía limpia y sanidad y que el dinero no desaparezca en cuentos bancarios en Suiza o en Panamá.

En estos tiempos difíciles necesitamos más que nunca una Europa unida para mantener el bienestar para todos y luchar contra el cambio climático, lo que en un solo pequeño país es casi imposible. No nos podemos permitir una fricción entre los del sur y los del norte.

Pues bien, suficiente política por ahora, es fin de semana: voy a invertir dinero en unas copas para mí y mi mujer.

5 comentarios:

  1. Hola,

    Acababa, precisamente, de escribir esta tarde al respecto: el problema, para mí, es que cuando tenemos que ir al nivel semántico de lo que una persona dice, vamos mal.

    Mucho peor cuando la misma persona, ante el problema, en lugar de bajar la cabecita y hacer un ejercicio de humildad, dice que tararí, que claro, que el calvinismo holandés os hace hablar a lo bruto y que pelillos a la mar.

    Una persona, esto dicho y comentado por varios de sus camaradas, con un nivel intelectual nulo (no le veo yo haciendo florituras con el idioma).

    Este señor, como muchos otros de tus compatriotas, rezuma el gran pecado de este país (la soberbia): no dar su brazo a torcer y básicamente mirarte como si fuera lo más normal del mundo insinuarte algo desagradable y que, no comprende muy bien porqué (complete lack of self-awareness) te sientas ofendido (al final la culpa es nuestra).

    En fin: la historia demuestra, como el artículo original de todo el problema, que sólo, cuando se os habla en alemán, obedecéis de forma rápida y disciplente (la historia lo demuestra: ya es triste que no se haya aprendido nada de ella).

    Supongo que los señores del ABN-AMRO y del Fortis también caen en esa definición de irse de copas y luego pedir que se le preste dinero para vicios (de esto no nos acordamos: el personal olvida rápido).

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    1. Siempre tienes que escuchar lo que alguién de veras dice, sin prejuicios. Dijsselbloem seguramente tiene un nivel intelectual bastante alto.

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    2. No de acuerdo con lo que sus homólogos comentan de el (uno no hace según que afirmaciones sin documentarse).

      Triste, que un social demócrata adopte según qué discurso: el señor Dijsselboem debería hacérselo mirar...

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  2. el mundo y el país, dos posiciones algo contrapuestas. aquí en Cataluña paso algo parecido una cosa es lo que se dice y se hace aquí y otra diferente es la que los periódicos escriben o los políticos dicen. no hace mucho una diputada de ciudadanos, que vive en Madrid, dijo en el congreso que en Cataluña se vivía un clima de violencia, no sé si ha visitado Cataluña últimamente, pero que por sus comentarios juraría que no.os invito a probar...y bienvenidos a todos,

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    1. Seguramente vendremos a Cataluña para visitaros pronto, pero llegaremos armados, desde luego, con unos vinos de El Bierzo. Petons, Toni

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