domingo, 6 de marzo de 2011

La cultura de la mentira sincera

Hace poco leí en El País un artículo sobre el ministro de asuntos exteriores de Alemania, Karl-Theodor zu Guttenberg, que en su tesis había plagiado. La siguiente frase atrajo mi atención:
´Un observador extranjero podría sorprenderse por la magnitud que ha alcanzado este escándalo.´
No tiene razón el corresponsal de El País. Un observador de Holanda nunca se sorprendería si un ministro tiene problemas por copiar textos desde internet para su tesis. Tengo la impresión que en España se valora una mentira muy diferente que en Holanda.

Quizás en Holanda se miente tanto como en España. Es difícil saberlo. Pero la actitud cuando se detecta una mentira es completamente diferente. Por ejemplo. En Holanda una política populista, llamada Rita Verdonk, negaba haber sido miembro de un partido de izquierda en su juventud. Una mentirita. En una entrevista en la televisión ella estaba confrontada con el asunto. Perdió su credibilidad y su partido casi desapareció. España es diferente. Aquí un político que miente no pierde credibilidad y no tiene que humillarse ante el público en la televisión. Aquí se miente tan abiertamente, que casi es una manera de decir la verdad. Aquí reina la cultura de la mentira sincera.

Se muestra eso en los casos de corrupción. En casi todos los países hay un cierto grado de corrupción. Pero en Holanda el corrupto se disfraza como honesto. Si el público descubre que un político es corrupto sería el final de su carrera. Aquí no se esconde nadie.
La foto abajo muestra lo que quiero decir.
Es Francisco Correa, el líder del Gürtel, a quién le gusta ser llamado Vito Corleone, como Marlon Brando en la película El Padrino.Desde luego, nunca se debe juzgar alguien por su apariencia, pero esto no parece un hombre que quiere ocultar sus mentiras. Tampoco tiene vergüenza el presidente de Valencia, Francisco Camps. Llamó al juez que tenía que juzgarle ´más que un amigo.´ Esto sería en Holanda políticamente un suicidio. El juez sería cambiado inmediatamente. Aquí el PP mantiene Camps como candidato y, peor todavía, los valencianos le van a votar.

Lo que falta en España es que los partidos políticos se limpian de los corruptos. Siempre defienden los suyos, normalmente con decir que el otro partido es más corrupto. Un debate en el parlamento sobre el tema corrupción se puede resumir con: ´¡Caso ERE!´ ´¡Caso Gürtel!´ ´¡¡No, Caso ERE!!´ ´¡¡¡No, Caso Gürtel!!!´ Así más o menos admiten ser culpables. Solamente dicen que el otro es peor. Casi nunca se enfadan con sus propios corruptos por destruir el buen nombre de su partido.

Otro ejemplo bonito es Gerardo Díaz Ferrán, el presidente del CEOE hasta el fin de 2010. Su empresa no iba muy bien, digamos. No pudo pagar sus deudas, había procesos y manifestaciones. Hasta aquí todo más o menos normal. Puede pasar en cualquier país. Pero lo muy extraño era que Díaz Ferrán mantenía su puesto como presidente de los empresarios. También después de haber dicho: ´Yo no hubiera elegido Air Comet para volar a ningún sitio´. ¡Qué manera de negar culpabilidad y decir la verdad! Es genial. Y nadie de los empresarios le dijo a él: ´Por favor, Gerardo, perdiste un poquitín tu credibilidad; quizás sería mejor para todos si te retirase.´

Hasta el noble futbol no escapa de la cultura de las mentiras sinceras. Esta foto apareció en el diario AS, que es en favor de Real Madrid.

Este análisis muestra claramente que Alvés estaba fuera del juego cuando recibió el balón. La siguiente es una foto de la revista Marca, hecha casi al mismo momento.

De pronto hay un defensor extra. No más parece fuera del juego. AS ´por error´ había quitado el defensor en el centro. Una mentira casi absurda. El día después había una rectificación, pero estoy seguro que nadie se enfadó con el culpable de esta manipulación. Al contrario. Quizás han dicho: ´Buen truco, chico, los catalanes también lo hubieran hecho.´

¿Por qué en España la cultura de la mentira es tan diferente que en Holanda? Hay gente que piensa que es por la religión. El dios protestante perdona menos que el dios católico. Si un católico ha pecado, bien, ningún problema, a confesar en la iglesia, o, si el pecado es grave, al peregrinaje a Santiago de Compostela que por suerte no está lejos. Yo mismo no creo que se deba buscar la causa en la religión. Es verdad, España e Italia (donde la mentira es aún más sagrada) son países católicos, pero también Grecia, que es ortodoxo, tiene la misma cultura. ¿Y qué pensar de las mentiras megalómanas de los (ex)dictadores del norte de África? La cultura de la mentira sincera parece ser un problema mediterráneo. ¿Será por la comida? La cocina mediterránea es estupenda y muy sana. ¿Pero puede ser que un efecto secundario es que se olvida un poco lo que es verdad y lo que es mentira? Y ya vivo aquí casi dos años. Ay, ¿tengo que preocuparme?

Aviso
Este artículo puede contener fallos por ser escrito bajo la influencia de aceite de oliva.

3 comentarios:

  1. Tú vives en El Bierzo. Cruza el puerto hacia el Noroeste y entrarás en el país de la MENTIRA, la más grande fue que no había peligro de marea negra cuando tuvimos al petrolero "prestige" en nuestras costas en 2002. Podríamos seguir: Cidade da Cultura, corrupción urbanística en la costa, seguridad pesquera, el AVE Atlántico...

    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. la mentira es algo que como tu dices, tiene que ver algo con la cultura del país, que ha sido en muchos casos conducida por la educación religiosa desde la antigüedad. Cuando precisamente Lutero comenzó a rebelarse por las mentiras de las altas esferas católicas, empezó vuestra honestidad como firme valor.
    De ahí que tu país, los de centroeuropa, o incluso la cultura anglosajona o por extensión la americana, compartáis ese asco por la mentira y el que se salga de la norma quede en evidencia...
    Como para nosotros sigue a día de hoy valiendo todo lo contrario, porque se arrastran siglos de educación en la mentira...

    Gran asunto, gran debate el que abres, y gran aportación Roland... que suerte haberte descubierto. La tele a veces tiene cosas muy buenas...
    por cierto, el post aparece repetido dos veces, echa un vistazo...

    ResponderEliminar
  3. Hola Roland,

    muy interesante tu punto de vista.

    Gracias, precisamente a la música, he viajado por muchos países y siempre es agradable volver, me encanta mi país. Pero lo que comentas es totalmente cierto: aquí mucha gente valora positivamente a aquellos que son capaces de realizar actos fraudulentos SIN SER DESCUBIERTOS! Eso se ve como un signo de inteligencia. Es asqueroso, el caso de Valencia, el más sangrante.

    Tu español es fantástico, salud y Rawk'n'Roll!

    Jonathan (Barcelona, pero del RCD Espanyol!)

    ResponderEliminar