domingo, 30 de marzo de 2014

El castellano, una lengua mundial



En las listas de las lenguas más habladas del mundo el número uno es sin ninguna duda el Mandarín, que sobre todo se habla dentro de China. La dura lucha entre bronce y plata es entre el inglés y el castellano. El uso del castellano está creciendo, sobre todo porque está conquistando a los EEUU. Muchos españoles deben esperar con ansiedad el momento que el castellano sustituya al inglés como lengua más importante en internet, la ciencia, el mundo diplomático y el entertainment. Al fin podrían acabar con estos cursos de inglés en tantas academias o con profesores privados. Más aún, si el castellano supiera sacar del trono al inglés como lengua internacional, esto tendría muchas ventajas económicas para España. Los españoles podrían trabajar en todo el mundo como docente, las editoriales verían crecer sus ventas de libros de lengua considerablemente y desde todo el mundo todavía más personas que ahora vendrían a España para aprender la lengua. 

¿Pero es el castellano de veras apto para ser la lengua más importante del mundo? Desde luego que sí, sobre todo en comparación con el inglés. El inglés tiene un gran problema: su ortografía absurda. Es una lista conocida: to, two y too. Tres veces se dice el mismo, pero se escribe algo diferente. Peor aún: tough, though, through. (Se dice más o menos tof, do y zru) No es nada claro cómo se debe pronunciar la combinación de las letras ough. Una ortografía sin reglas claras es una barrera innecesaria para lo que sirve la lengua escrita: intercambiar ideas y sentimientos. 

¿Y el castellano? La ortografía del castellano es completamente lógica, una vez que se acepta las reglas, que en si mismas, como en cada lengua, son absurdas. Esta por ejemplo: el acento siempre está sobre la última sílaba con excepción de las palabras que terminan en una ‘s’, ‘n’ o una vocal en cuyo caso el acento está en la penúltima sílaba. Suena complicado pero en todo caso, señoras y señores anglohablantes, se mantiene esta regla. Excepciones llevan una tilde para indicar donde cae el énfasis. En Holanda se celebra cada año en la televisión el ‘dictado nacional’, una competición de  ortografía que normalmente gana un belga (los flamencos son los puristas de la lengua holandesa). Algo semejante sería imposible en España porque habría demasiada gente que lo haría sin errores si el lector del texto articula claramente. Si por ejemplo un guiri como yo leyera el texto, habría algunos dudas (¿Qué dice? ¿Dos? ¿Doce?).  

La ortografía del castellano está en las manos seguras de la Real Academia Española. Hace poco introducían una reforma en la cual cambiaban, entre otras cosas, el nombre del país Qatar en Catar. Vale, en el castellano una palabra nunca empieza con una ‘q’ sin que siga después una ‘u’ y esto solamente cuando la tercera letra es una ‘e’ o una ‘i’. ¿Es completamente lógico, verdad? Por eso la RAE cambiaba el Qatar en Catar, lo que generó muchísimas críticas, entre otros de uno de mis favoritos autores: Javier Marías. Pero esta vez no estaba de acuerdo con él. ¡Qué se mantiene las reglas de la ortografía! Si no, se cree monstruos ortográficos como el inglés y el holandés.

¿No tiene el castellano desventajas? Desde luego que sí. Todas estas tildes y otras cositas encima de las letras hacen la lengua difícil de utilizar en ordenadores y móviles. Además hay unos problemitas pequeñitos. ¿Españoles, por qué decís de un vino que tiene 14 grados? La primera vez que lo oía, de veras me pregunté: ‘¿Cómo  pueden saber tan exactamente la temperatura? Pero ahora yo también digo grados al porcentaje del alcohol.

Pero la reforma más importante que propongo es la siguiente. Normalmente los actos diarios son representados por verbos cortos: dormir, comer, hablar, beber. ¿Entonces, estimados miembros de la RAE, por qué no inventáis un verbo corto para un acto tan sencillo como mover con la cabeza afirmativamente? Si los libros en castellano de media son más voluminosos que en otras lenguas, seguramente es porque los personajes mueven todo el tiempo con la cabeza afirmativamente en vez de que nod como hacen en los libros en inglés. Es un movimiento muy común. Estoy casi seguro de que en este momento el lector está moviendo con la cabeza afirmativamente por estar de acuerdo con esta opinión de un guiri. 

1 comentario:

  1. Un post muy interesante, y lo comparto en su mayoría, aunque discrepo en algunos detalles..

    La escritura del holandés no es tan aleatoria como el inglés, hay normas, para las vocales largas, cortas, etc.., con muy pocas excepciones. El problema para los españoles es que nos cuesta bastante diferenciarlas, y también algunos sonidos. Pero al menos suele ser consistente, no como el inglés.

    Por otro lado, la dificultad del español (y de las lenguas latinas en general), no es la escritura (excepto el francés, quizás), sino las conjugaciones de los verbos y el uso del subjuntivo, y aquí sí que el inglés es mucho más sencillo, incluso el holandés.., aunque los verbos con preposiciones (separables o no, etc..), sí son también complicados.

    Como las conjugaciones son tan complicadas, cuando hay verbos irregulares hay que aprender muchísimos casos, no como en inglés (y holandés), donde la variación máxima es de 3 palabras (presente, pasado, participio).

    Saludos

    ResponderEliminar