domingo, 15 de marzo de 2020

Pensamientos pandémicos en El Pajariel

Es el viernes trece. Hoy han proclamado la pandemia. Por eso decidí hacer esta caminata tan pronto por la mañana. Pues, los murciélagos ya han ido a sus camitas, mientras la mayoría de los humanos todavía están en cama o tomando el desayuno. La probabilidad de un contagio es mínima. Además, con mis 61 añitos ya empiezo a ser un miembro de un grupo de riesgo. Nada mejor para mantener los pulmones sanos que subir una montaña. Todavía no hay absolutamente nadie. Aquí abajo al lado del río Sil solamente pían los pajaritos. Reconozco el verdecillo y el ruiseñor bastardo, que son en Holanda bastante raros, pero que aquí en El Bierzo se hacen cargo de la música de fondo primaveral. Por suerte la naturaleza nunca se cierra, haya o no haya una pandemia.

Lentamente subo El Pajariel por la pista. Ya tengo una vista maravillosa sobre El Bierzo bajo. Como tantas veces hay una ligera niebla de humedad y contaminación encima del valle. A ver si todas las medidas contra el virus van a tener un efecto positivo sobre la calidad del aire y las emisiones de CO2. Parece que la economía se va a parar por unas semanas. No tenemos que olvidar esta otra crisis: la del cambio climático. Los últimos días eran bastante calurosos. Hoy también. La flor de los almendros ya ha pasado su momento supremo, parece.

Tal vez una de las consecuencias de la pandemia será que la gente se acostumbra a trabajar desde casa. Yo mismo ya doy cada vez más clases por internet y la verdad es que me gusta. Por mi sorpresa es posible construir una relación personal con estudiantes que nunca he visto en persona. Se trata sobre todo de las clases de lengua y no tantas de las asignaturas que solía dar en Holanda: economía y estadísticas. 

Hablando de estadísticas. Sobre el virus circulan en los medios sociales mensajes extraños en los cuales la gente hacen comparaciones con cifras absolutas, donde porcentajes serían mas adecuados. Si, hay más víctimas mortales por la gripe normal que por el corona virus, pero eso es porque hay muchísima más gente que tenían una gripe normal.* Hasta ahora la mortalidad del coronavirus parece ser alrededor de 2 o 3%, una cifra que significaría un desastre con muchos víctimas y el colapso del sistema sanitario, si el virus se difundiera como la gripe normal. Puede ser que la mortalidad es más baja por infectados no registrados, pero tenemos que tener mucho cuidado.

La rara cosa es que hoy día el escepticismo sobre la ciencia no solamente viene de la gente muy religiosa, sino de la gente alternativa. Su odio a la industria farmacéutica es tan grande, que compran por mucho dinero medicinas homeopatías que son tan diluidos que no contienen nada de la substancia que supuestamente cure la enfermedad. Algunos niegan a sus hijos las vacunas. Y algunos piensen que todo del coronavirus es otra manipulación de los medios de comunicación mano a mano con las farmacéuticas.

Mientras tanto he llegado a mi senda favorita, que serpentea hacia arriba por un paisaje con robles y encinas. Por un rato olvido completamente el virus. Este es un lugar donde hay muchos animales. Al lado de la senda los jabalíes han removido la tierra en busca de las raíces. En el canchal donde el año pasado vi tantas veces corzos, ando tan silenciosamente como posible. Qué lástima, nada. De vez en cuando oigo un animalito crujir por la hierba y un animal más grande corriendo por los arbustos. No los veo, pero seguramente me han visto a mí. De pronto, cuando ya no lo espero, dos corzos saltan sobre la senda y bajan entre los robles. Cojo mi móvil para hacer una foto, pero ya desaparecieron. Vale, no es importante registrar el momento, sino disfrutarlo. Abajo en la ciudad las campanas en la Calle del Reloj tocan las nueve. En 15 minutos abren los supermercados. Por suerte todavía tenemos suficiente papel higiénico en casa.

* El domingo 15 de marzo el mismísimo Mario Vargas Llosa hace el mismo error, cuando quiere indicar que las medidas son exageradas: 
'Es por gusto que las estadísticas oficiales digan que, hasta el 11 de marzo, hay apenas 47 muertos por culpa de la pandemia y que, por ejemplo la simple gripe es más asesina que ella, pues causa por lo menos seiscientos muertos anuales...'
Señor Vargas Llosa, por favor, utiliza porcentajes para indicar el peligro de una enfermedad contagiosa. ¡Hay muchísima gente que tiene una simple gripe cada año, pero el coronavirus acabó de empezar!
Le puedo ofrecer clases de estadísticas por internet, en las cuales le enseñaré, entre otras cosas, porcentajes, análisis de la tendencia por extrapolación y calculaciones de probabilidad.


Los corzos ya desaparecieron



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